miércoles, 24 de diciembre de 2008

El Evangelio Acuario de Jesús el Cristo (155)

Jesús reconoce la justicia de pagar impuestos seculares. Enseña una lección respecto a las relaciones de familia en la vida del más allá. El más grande mandamiento se encierra en el amor. Previene a sus discípulos contra la hipocresía de escribas y fariseos.

1. Mientras Jesús hablaba vinieron los fariseos a interrogarle, pensando que podían recriminarle por lo que el dijera.
2. Un herodiano estricto habló y dijo: “Mi Señor, tú eres hombre de verdad, tú muestras la vía hacia Dios, sin preocuparte de personalidades humanas.”
3. “Dinos: ¿Qué es lo que piensas: Debemos pagar o no tributo al César, nosotros los descendientes de Abraham?”
4. Jesús conoció la perversidad de su corazón y dijo: “¿Por qué venís a tentarme así? Mostradme la moneda del tributo de que habláis.”
5. “El hombre sacó una moneda en la que estaba grabada una imagen.”
6. Y Jesús dijo: “¿De quién es la imagen que está en esta moneda?”
7. El hombre contestó: “Es la imagen y el nombre del César.”
8. Y Jesús dijo: “Dad a César lo que es del César y dad a Dios lo que es de Dios.”
9. Y los que le oían dijeron: “Ha contestado bien.”
10. Entonces un sacerdote que no creía en la resurrección de los muertos vino y dijo: “Maestro, Moisés escribió que, si muere un casado sin dejar hijos, su mujer viene a ser la mujer se su hermano.”
11. “Ahora bien, hubo siete hermanos y el mayor tuvo una esposa; murió sin hijos, un hermano tomó a la viuda por su esposa y él también murió.”
12. “Y cada hermano tomó a esta mujer por esposa, hasta que finalmente murió la mujer.”
13. “Ahora bien, ¿cuál tendrá a esta mujer por esposa, en el día de la resurrección?”
14. Y Jesús dijo: “En este plano de vida, los hombres se casan por satisfacer su egoísmo o para perpetuar la raza, pero en el mundo a venir y en el día de la resurrección, los hombres no prestarán la promesa matrimonial.”
15. “Sino que, como los ángeles y los otros hijos de Dios, no formarán unión por placer egoísta, ni por la perpetuación de la raza.”
16. “La muerte no es el término de la vida. La tumba no es el objetivo del hombre, mas de lo que es tierra el objetivo de la semilla.”
17. “La vida es la consecuencia de la muerte. Puede parecer que la semilla muere, pero sigue viviendo y de su tumba surge el árbol a la vida.”
18. “Así el hombre parece que muere, pero prosigue viviendo, y de su tumba surge él mismo a la vida.”
19. “Si podéis comprender la parábola que Moisés habló acerca del arbusto ardiendo que se quema y sin embargo no se consume, sabréis que la muerte no puede destruir la vida.”
20. “Y Moisés dijo que Dios es el Dios de Abraham, de Isaac y de Israel.”
21. “Dios no es el Dios de los huesos del hombre muerto sino del hombre viviente.”
22. “Yo os digo, hombres, que el hombre desciende a la tumba; pero se levantará otra vez y manifestará la vida.”
23. “Porque toda la vida está escondida con Cristo en Dios y el hombre vivirá mientras Dios viva.”
24. Los fariseos y los escribas oyeron a Jesús, dijeron: “Habla la verdad”, y gozaron viendo a los saduceos desazonados.
25. Entonces un escriba honrado vino y dijo a Jesús: “Señor, has hablado como enviado de Dios.”
26. “¿Cuál es el más grande y el primero de los mandamientos de la Ley?”
27. Y Jesús dijo: “El primero es: ¡Oídme oh, Israel!, el Señor nuestro Dios es Uno; y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente, con toda tu alma, con toda tu fortaleza.”
28. “Y amarás a tu vecino como a ti mismo.”
29. “Estos son los más grandes de los diez y en ellos descansan la Ley, los Profetas y los Salmos.”
30. El escriba contestó: “Mi alma testifica que hablas la verdad, porque el amor es la plenitud de la Ley y grandemente excede todas las ofrendas y los sacrificios quemados.”
31. Jesús le dijo: “Has solucionado un misterio. Estás dentro del reino y el reino está dentro de ti.”
32. A sus discípulos habló Jesús y toda la gente oyó, y dijo: “Precaveos de los escribas y los fariseos que se enorgullecen porque llevan túnicas largas, ricamente decoradas.”
33. “Y que se encantan de que los saluden en la plaza del mercado, y que buscan los asientos más distinguidos en las fiestas y que arrancan a los pobres sus salarios, ganados con duro esfuerzo, para satisfacer sus apetitos carnales y que oran en público, largo y en alta voz.”
34. “Estos son los lobos que se disfrazan para parecer corderos.”
35. Y entonces dijo a todos: “Los escribas y fariseos por la ley están colocados en el asiento de Moisés y por la ley pueden interpretar la ley.”
36. “Por lo mismo, haced lo que ellos os indican hacer, pero no los imitéis en sus obras.”
37. “Porque dicen lo que Moisés enseñó y hacen lo que hace Beelzebuth.”
38. “Hablan de merced, pero atan sobre los hombros de los hombres cargas insoportables.”
39. “Hablan de ayuda, pero no hacen esfuerzo alguno para ayudar a sus hermanos hombres.”
40. “Alardean de lo que hacen, pero no hacen otra cosa que exhibirse en ropajes vistosos y amplias filaterías y sonreír cuando las gentes los llaman honorables maestros de la Ley.”
41. “Se pavonean por todas partes y muestran su orgullo cuando las gentes les llaman Padre tal y Padre cual.”
42. “Oídme ahora, hombres: No llaméis Padre a ningún hombre. El Dios de cielos y tierra, y él sólo es el Padre de la raza humana.”
43. “Cristo es el jerarca, el maestro alto y eminente de los hijos de los hombres.”
44. “Si vosotros habéis de ser exaltados, sentaos a los pies del maestro y servid. Aquel es el más grande hombre que sabe servir supremamente.”

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