lunes, 15 de diciembre de 2008

El Evangelio Acuario de Jesús el Cristo (146)

Ultima reunión de Jesús con sus discípulos en Galilea. Miriam canta el canto de la abalanza. El canto. Los cristianos comienzan su jornada a Jerusalem. Descansan en las fuentes de Enón. La petición egoísta de Santiago y Juan. Los Cristianos llegan a Jerusalem.

1. El trabajo de Jesús en Galilea había terminado. Envió un mensaje, y muchos vinieron de muchas ciudades de Galilea. Vinieron a recibir bendición de su mano.
2. Entre los muchos que vinieron estaban Lucas, sirio de Antioquia, médico ilustre y hombre justo y correcto.
3. También estaba allí Teófilo, senador griego, Ministro de la Corte de César y muchos hombres de honor y de renombre.
4. Y Miriam cantó: “Saludad todos la estrella de Día, venida de lo alto.”
5. “Saludad todos al Cristo que siempre fue, que siempre es y que será para siempre.”
6. “Saludad todos la oscuridad de la sombra. Saludad todos la aurora de paz en la tierra y buena voluntad para los hombres.”
7. “Saludad todos al rey triunfante que lucha contra la muerte tiránica, que la vence en la lucha y que trae como consecuencia la ley de la vida inmortal para los hombres.”
8. “Saludad todos la cruz despedazada, la lanza trozada.”
9. “Saludad todos el triunfo del alma. Saludad todos la tumba vacía.”
10. “Saludad todos al que ha sido despreciado de los hombres, rechazado por las multitudes, porque es él quien está sentado en el trono del poder.”
11. “Saludad todos al que ha llamado a los puros en el corazón, de todo clima, a sentarse con él en el trono del poder.”
12. “Saludad todos el velo que se desgarra. La vía a los planos más altos de Dios se abre para todos los hijos de los hombres.”
13. “Regocijaos, oh, hombre de la tierra, regocijaos; llegad al grado supremo del goce.”
14. “Traed el arpa y tocad sus más altas cuerdas; traed la flauta y hacer sonar sus notas más dulces.”
15. “Porque los hombres que fueron hechos bajos, son exaltados a lo alto ahora, y los que caminaban en la oscuridad y en el valle de la muerte, son levantados ahora al punto en el que Dios y el hombre son uno para siempre.”
16. “Aleluya! Alabad al Señor por siempre. Amén.”
17. Y Jesús levantó sus ojos al cielo y dijo:
18. “Mi Padre-Dios, deja ahora que la bendición de tu amor, de tu merced y de tu verdad descanse en estos hombres.”
19. “La lámpara va a ser llevada de en medio de ellos y si no se enciende en medio de ellos la luz interior, tendrá que caminar por vías de oscuridad y de muerte.”
20. Y entonces dijo a todos: “Adiós.”
21. Entonces Jesús, su madre, los doce, Miriam y María, la madre de los dos discípulos Santiago y Juan...
22. Y muchas otras almas leales que amaba al Cristo, fueron a Jerusalén a celebrar la fiesta judaica.
23. Y en su camino llegaron a las fuentes de Enón, cerca de Salim, donde enseñó en una época el precursor.
24. Y mientras descansaban al lado de la fuente, María, la mujer de Zebedeo y madre de los dos discípulos, Santiago y Juan, se acercó al maestro y le dijo:
25. “Mi Señor, yo sé que se acerca el reino y con ese motivo te hago esta petición: Ordena que estos mis hijos se sienten contigo en el trono, el uno a la derecha y el otro a la izquierda.”
26. Y Jesús le dijo: “No sabes lo que pides.”
27. Y entonces volteándose a Santiago y Juan, les dijo: “¿Estáis preparados y os sentís suficientemente fuertes para beber la copa que yo beberé?”
28. Ellos dijeron: “Sí maestro, somos lo suficientemente fuertes para seguirte a donde vayas.”
29. Entonces Jesús dijo: “Beberéis pues de mi copa; pero no soy yo quien ha de decidir quien ha de sentarse a la derecha y quien a la izquierda.”
30. “Son los hombres que aprenden a vivir la vida y que lo practiquen tenazmente los que se sentarán en el trono del poder.”
31. Ahora bien: cuando los discípulos oyeron la petición de la madre para sus dos hijos y supieron que Santiago y Juan estaban tras de privilegios especiales para ellos mismos, se indignaron y dijeron:
32. “Teníamos por seguro que Santiago y Juan estaban por encima del egoísmo. ¿De quién puede uno confiarse entre los hijos del hombre?”
33. Entonces Jesús llamó a los diez a un lado y les dijo. “Qué difícil es para los hombres comprender la naturaleza del reino del plano del alma.”
34. “Estos dos discípulos parecen no conocer que el gobierno en los cielos no es semejante al gobierno en el plano tangible.”
35. “En los reinos de este último plano, los hombres de poder se exaltan ellos mismos y muestran su autoridad y gobiernan con él.”
36. “Mas vosotros debéis saber que aquellos que gobiernan en los planos de la luz, no sólo no buscan poder aparente y visible, sino que están dispuestos a dar y dan sus vidas en sacrificio gustoso por los hombres.”
37. “El que quiera ser grande que sirva a todos. El asiento más alto en el plano que llamamos cielo está a los pies de aquel que es el hombre más humilde de la tierra.”
38. “Yo tuve una gloria con nuestro Padre-Dios antes que la creación haya sido hecha, y sin embargo ahora mismo he venido a servir a la raza humana, a ser el sirviente de los hombres y hasta a dar mi vida por los hombres.”
39. Y entonces los Cristianos continuaron la jornada hasta llegar a Jerusalem.

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