El Evangelio Acuario de Jesús el Cristo (100)

Continuación del Sermón de la Montaña. Jesús formula y presenta a los doce un código práctico de ética espiritual.

“Hay una regla que el hombre físico ha hecho y la observa rígidamente:”
“Haced con otros lo que otros hacen con vosotros. Como otros juzgan, juzgad; como otros dan, dad.”
“Ahora, mientras caminéis con los hombres como hombres, no juzguéis y no seréis juzgados.”
“Porque así como juzguéis, seréis juzgados; así como deis recibiréis. Si condenáis, estáis condenados.”
“Si mostráis clemencia, los hombres serán clementes con vosotros; si amáis en forma tal que el hombre carnal pueda conocer vuestro amor, seréis amados.”
“Y así el sabio de este mundo hace con los demás lo que quiere que los otros hagan con él.”
“El hombre carnal hace el bien a otros con finalidades de ganancia egoísta porque espera tener sus bienes multiplicados y que entonces regresen a él; no se detienen a notar el final.”
“El hombre es él mismo el terreno; sus acciones son sus semillas, y lo que hace por otros crece rápidamente. La cosecha está así asegurada.”
“Observad los campos, quien siembra viento, viento cosecha; quien siembre las semillas nacidas del escándalo, del robo y del odio; de la sensualidad y del crimen.”
“Ya tiene asegurada la cosecha, porque cosechará lo que sembró; y más todavía porque la semilla produce el ciento por uno.”
“El fruto de la justeza, de la paz, del amor y del goce no pueden proceder jamás de semillas nocivas, ya que el fruto es similar a la semilla.”
“Cuando sembréis, sembrad semillas de justeza, porque así debe ser y no por hacer un negocio esperando la rica cosecha.”
“El hombre material aborrece las leyes espirituales porque le privan de la libertad de vivir haciendo el mal. A su luz no puede satisfacer sus pasiones y deseos.”
“Es enemigo de quien camina en Santa Respiración. El hombre carnal ha matado siempre a los hombres buenos de los tiempos antiguos, a los profetas y a los videntes.”
“Y él os abofeteará, os acusará falsamente, os azotará y os aprisionará: y pensará que seguramente está haciendo la voluntad de Dios al mataros en las calles.”
“Más vosotros no lo prejuzguéis y lo censuréis cuando os haga mal.”
“Cada persona tiene sus propios problemas que resolver, y tiene que solucionarlos por sí misma.”
“Quien os azota puede tener una carga de errores que sobrellevar; pero ¿Y vosotros?”
“Un error, un pecado pequeño del que ya camina en Santa Respiración es más grande a la vista de Dios que pecadores, errores monstruosos, del que nunca dio con la vía.”
“¿Cómo podéis ver la astilla en el ojo de vuestro hermano teniendo leños dentro de vuestros propios ojos?”
“Sacad primero los leños de vuestros ojos y entonces podréis mirar la astilla en el ojo de vuestro hermano, y ayudar a sacársela.”
“Mientras vuestros ojos están llenos de substancias extrañas, no podéis ver la vía porque estáis ciegos.”
“Y cuando un ciego guía a otro ciego, ambos pierden el camino y caen en el abismo.
Si habéis de guiar la vía hacia Dios, debéis tener la visión clara y el corazón puro.”