El Evangelio Acuario de Jesús el Cristo (97)

Continuación del Sermón de la Montaña. Jesús desarrolla ante los doce los aspectos espirituales de los quinto y sexto mandamientos.

“Dios no es solamente Fuerza, Sabiduría es su otra característica.”
“Cuando los querubines instruyeron al hombre en los caminos de la sabiduría, le dijeron que la sabiduría es la madre de la raza, como la fuerza es el Padre de la raza.”
“El hombre que honra a este Dios de Toda Fuerza de y Toda Sabiduría es bendecido. De allí que en las tablas de la ley se haya escrito:”
“Honra a tu Padre y a tu Madre de la raza, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que ellos te han dado.”
“La letra de la ley ordena: No matarás. Y el que mata tendrá que comparecer ante el tribunal de la justicia.”
“Una persona puede desear matar, pero si no mata no es juzgado por la ley.”
“El espíritu de la ley es el de quien desea matar o buscar venganza o está enojado con otro hombre sin causa suficiente, debe responder ante el juez.”
“Y quien llama a su hermano vagabundo sin alma, debe contestar ante el consejo de la justicia.”
“Y aquel que llama a su hermano degenerado, perro, abanica y revive las fuerzas quemantes del infierno dentro de él.”
“Ahora bien, en la ley más alta tenemos que si tu hermano está irritado por algo que tú has hecho, antes de ofrecer tus presentes a Dios, vayas, encuentres a tu hermano y te reconcilies con él.”
“No está bien que se ponga el sol sobre tu ira.”
“Si él no se reconcilia cuando tu has puesto de lado todo egoísmo, has abandonado tu derecho egoísta, ya no eres responsable a la vista de Dios, de modo que ya puedes ir a ofrecer tus ofrendas a Dios.”
“Si debes algo a alguien y no puedes pagarle, y si alguien te reclama más de lo que debes, no está bien que disputes su reclamo.”
“La resistencia engendra la ira. No hay merced, ni razón en el hombre enfurecido.”
“Yo os digo que es mucho mejor sufrir una pérdida que recurrir a una ley o pedir a los tribunales de los hombres que juzguen lo correcto y lo erróneo.”
“La ley del hombre carnal dice: ojo por ojo y diente por diente, resiste todo ataque a tus derechos.”
“Pero ésta no es la ley de Dios. La Santa Respiración diría: no resistas a quien te prive de tus bienes.”
“Quien arrebata tu saco todavía es tu hermano, cuyo corazón debes ganar, lo cual no puede conseguirse por el camino de la resistencia.”
“Dale pues tu saco y ofrécele más y más. Con el tiempo el hombre se elevará por encima del bruto, y tú lo habrás salvado de sí mismo.”
“No rechaces a quien te pide auxilio. Da al que te pide que le prestes algo.”
“Y si alguien te hiere en un arrebato de ira, no está bien que tú le hieras en retorno.”
“Los hombres llaman cobarde al que no pelea y defiende sus derechos. Pero es mucho más grande el hombre que es atado, es herido y no hiere.”
“Es más grande el que es calumniado y no contesta, que el que hiere a quien lo hiere y difama a quien lo difama.”
“En los tiempos antiguos se decía que el hombre debe amar a sus amigos y odiar a sus enemigos; pero yo os digo:”
“Tened piedad de vuestros enemigos; bendecir a los que os difaman, haced bien a los que os hacen mal y orad por los que pisotean vuestros derechos.”
“Recordad que sois hijos del Dios que hizo el sol que se levanta por igual sobre el bueno y sobre malo, y que manda la lluvia sobre el justo y sobre el injusto.”
“Si vosotros obráis con otros como ellos obran con vosotros, no sois sino esclavos que seguís el camino de la muerte.”
“Si sois hijos de la luz, debéis guiar e iluminar el sendero.”
“Haced por otros lo que os gustaría que otros hagan por vosotros.”
“Cuando hacéis el bien a los que os hacen bien, no hacéis más de lo que hace cualquier otro hombre; los publicanos hacen lo mismo.”
“Si saludáis a vuestros amigos y no a vuestros enemigos, sois como los otros hombres; los publicanos hacen lo mismo.”
“Sed perfectos como vuestro Padre – Dios en los cielos.”