jueves, 25 de septiembre de 2008

El Evangelio Acuario de Jesús el Cristo (65)

Sección XIV

NUN

EL MINISTERIO CRISTINO DE JESÚS

ÉPOCA INTRODUCTORIA

Jesús va al desierto a autoexaminarse, y allí permanece cuarenta días. Sufre tres tentaciones, las vence. Regresa a los campos de Juan y comienza a enseñar.


1. El precursor había pavimentado la vía; el Logos había sido presentado a los hombres como amor en manifestación. Y ahora tenía que comenzar su misión cristina.
2. Y se fue al desierto para estar solo con Dios de modo que pueda mirar al interior de su corazón, y darse cuenta de su fortaleza y de sus merecimientos.
3. Y habló consigo mismo y dijo: “Mi ego inferior es fuerte; por muchos lazos estoy unido a la vida carnal.”
4. “¿Tengo yo fortaleza para vencerlo y dar mi vida en sacrificio voluntario por los hombres?”
5. Cuando me presente ante los hombres y me exijan pruebas de mi misión mesiánica ¿Qué les diré?
6. Y entonces vino el tentador y le dijo: “Si eres hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan.”
7. Y Jesús dijo: “¿Quién es el que me exige una prueba: No es un signo de que uno es hijo de Dios el que haga milagros; los diablos pueden hacer cosas poderosas.”
8. “¿No hicieron los magos negros grandes cosas ante los faraones?”
9. “Mis palabras y hechos en todos los caminos de mi vida serán la prueba de mi misión mesiánica.”
10. Y entonces el tentador dijo: “Si te vas a Jerusalem y del pináculo del templo, te arrojas a la tierra, las gentes creerán que eres el Mesías enviado de Dios.”
11. “Seguramente puedes hacer esto, porque David dijo: Él da órdenes a sus ángeles de cuidarle y con sus manos le sostienen para que no caiga.”
12. Y Jesús dijo: “No me es permitido tentar al Señor mi Dios.”
13. Y entonces el tentador dijo: “Mira el mundo, mira sus honores y su fama, mira sus placeres y su riqueza.”
14. “Si por ellos me das tu vida, ellos serán tuyos.”
15. Pero Jesús dijo: “Aléjense de mí todos los pensamientos tentadores. Mi corazón está fijo. Desprecio este ego carnal con todas sus ambiciones y su orgullo.”
16. Por cuarenta días Jesús luchó con su ego inferior y su ego superior triunfó. Entonces tuvo hambre, pero sus amigos, que le habían encontrado le sirvieron.
17. Entonces Jesús dejó el desierto, y en la conciencia de la Santa Respiración, fue a los campos de Juan y enseñó.

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