Una visita a nuestras vidas futuras

La progresión funciona como medicina preventiva ya que, más allá de que sí es posible verse en vidas que todavía no vivimos, sirve para desbloquear huellas psicológicas y permite evitar hechos trágicos. Hasta el momento, no se le han encontrado otras utilidades.

De acuerdo con la conexión que una persona pueda tener con vidas pasadas, la regresión puede ayudarla a ubicarse en lugares o situaciones con el objetivo de encontrar en la mente consciente la causa de los problemas interiores que lo afectan a nivel emocional y físico.
Muchos conflictos pueden tener su origen en:
- Recuerdos de la infancia.
- Hechos de vidas pasadas.
- Sucesos en vidas futuras.
Mucha gente acude a una terapia regresiva para aliviar enfermedades, superar fobias y encontrar respuestas a ciertos comportamientos repetitivos en su vida. Los hipnoterapeutas coinciden en que la mayoría de los pacientes se someten a regresiones para encontrar la causa de sus sufrimientos, pero muy pocos a progresiones. Sin embargo hay personas evolucionadas espiritualmente que saben manejar esta situación y le encuentran beneficios. Además, los expertos aseguran que conociendo el futuro se pueden evitar hechos trágicos.

El método
Para hacer una progresión se deben cumplir los siguientes pasos:
- Primero el terapeuta habla con la persona y se realiza sólo cuando ésta se siente muy segura de hacerlo. Se le advierte que puede ver toda clase de imágenes, y que las negativas pueden afectar su vida.
- Luego la induce a una relajación profunda y a la hipnosis, que no dura más de 20 minutos.
- Mientras el paciente está en trance experimenta sensaciones sobre su vida futura como emoción, paz, intranquilidad o temor.
- Después retorna a la realidad y recuerda lo que vivió o sintió.

Distintas técnicas: hipnosis y relajación
Tanto las regresiones como las progresiones se pueden inducir por dos medios diferentes: a través de la hipnosis, o simplemente por medio de una relajación profunda. La diferencia entre estas técnicas radica en que la primera induce al paciente a un estado de inconciencia y es necesario que se le de la orden de recordar los eventos observados durante el ejercicio, mientras que en la relajación profunda la persona permanece consciente durante todo el ejercicio y puede salir a voluntad cuando llegue a un evento muy doloroso.
Álvaro Leaño es hipnoterapeuta y prefiere trabajar con relajación profunda. Su experiencia de tres décadas en la materia le ha confirmado que la regresión es la mejor manera de ayudar a sus pacientes, ya que con esta práctica el individuo desbloquea las huellas psicológicas que vienen del pasado.
Dichas huellas son impulsos electrónicos grabados en la mente subconsciente entre el momento de la gestación y los primeros siete años; en esta etapa de la vida es cuando se crean normas de conducta. Después de los siete años se desarrollan los traumas generando bloqueos físicos, mentales, económicos y emocionales.
La psicología tradicional mediante el psicoanálisis a veces se toma años en descubrir una huella psicológica, mientras que con las regresiones, una vez lograda la relajación correcta, puede encontrar no sólo una sino varias huellas y desbloquearlas en un término relativamente corto con una técnica muy especializada de ejercicios de reprogramación mental, en algunos casos en pocos días, pero siempre en un máximo seis meses.
A pesar de que se puede hacer progresiones (ir a vidas futuras), hasta la fecha no se han encontrado los beneficios de éstas, ya que son eventos que en este viaje de conocimiento son apenas una expectativa que permite un desbloqueo de las actuales huellas psicológicas, esto se convierte en medicina preventiva que nos permitiría trascender y reprogramar en la actualidad eventos futuros.