La astróloga Laura Cheroni analiza cada uno de los momentos de esta historia en la que nadie parece decir la verdad.
El escenario: Buenos Aires, sector de taxis aéreos del aeroparque metropolitano Jorge Newbery. 2.30hs de la madrugada, 4 de agosto de 2007.
El momento era leonino. La luna exactamente en Aries, un estado emocional de defensa y claro, anterior a un ataque. El engaño se asienta.
El avión: Un vuelo rentado de Royal Air aterriza proveniente de Maiquetía, Venezuela, contratado por la petrolera estatal argentina Enarsa.
La carta que se levanta para ese momento muestra que lo que se estaba por intercambiar, se trunca y no llega a los fines estipulados. Mercurio, el que avalaría cósmicamente el movimiento, viaje y comercio de la valija, está en el último grado de Cáncer, y esto hizo que se perdiera la fuerza necesaria para cumplirse el objetivo. El Sol pasaba por Leo, la escena se alumbra, se engendra algo, se expresa, se exterioriza un momento que tiene una coyuntura cósmica especial.
Los pasajeros: Exequiel Espinosa, presidente de la compañía; Claudio Uberti, mano derecha del ministro Julio De Vido, titular del Occovi y virtual encargado de todos los negocios con Venezuela por fuera de la Cancillería; Victoria Bereziuk, secretaria de Uberti, tres funcionarios de PDVSA, petrolera de Venezuela; Daniel Uzcátegui Specht, el hijo del vicepresidente de la empresa chavista, Diego Uzcátegui Matheus, y Guido Alejandro Antonini Wilson.
En el cielo Saturno y Plutón estaban formando buenos aspectos. Esto es que algo grupal se construye a largo plazo; había energía para un propósito entre varias voluntades, de ambiciones, profesiones y políticas. Saturno, la ley; Plutón, el poder. Juntos, con fluidez de grados y posiciones en el zodíaco. Por la ubicación de los nodos de la luna el momento se proclama de fama para las personas y países involucrados.
Los hechos: Antonini Wilson se hace cargo de una valija. Al pasar por la Aduana, los agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria Daniel Ingrosso y María Luján Telpuk advierten el contenido del dinero, retienen la valija y dejan libre a Antonini. A las 8 de la mañana terminaron de contar el dinero secuestrado: US$ 790.550. Tres días después, el martes 7 de agosto, Antonini abandonaba el país y el dinero. Nadie le dijo nada. Todavía permanece prófugo de la justicia argentina. Claudio Uberti se aleja de su cargo “por haber incorporado a la comitiva del avión a personas ajenas a la delegación”, informa De Vido.
El sol iluminaría el momento de Leo, con autoexpresión, se sellaba lo que sería una transacción que no pudo ser, pero que además está relacionado con el extranjero y es esto justamente lo que más engaña. Porque si esta carta levantada al momento de encontrar la valija muestra una confusión y fraude del extranjero (Neptuno en IX), estará entonces toda esta causa dilatada por países que no se harán cargo de lo sucedido. Y va a desarrollarse todo en un marco de constante incertidumbre y poca verdad. Otro dato astrológico sería que el suceso dividiera, rompiera una meta, una ilusión de algo que por sacrificio revolucionaría todo y en el marco de lo social, se divorciaran sectores que idealizaban algo (Urano en X). Y faltaría agregar que ese dinero no se perdió, no se perdería, había fuerza del momento para redirigirlo y no por ser el dinero de la valija el que se recuperara, sino el flujo de dinero para un fin que volvería a tomarse en cuenta más adelante (Plutón en Casa VIII).
Los rumores: se cree que ese dinero provenía de Hugo Chávez para apoyar a la campaña presidencial de Cristina Kirchner que en ese momento estaba en su punto más álgido.
El dato: Venezuela es el país con el que la Argentina firmó mayor cantidad de acuerdos bilaterales durante los gobiernos K: de los 398 tratados suscritos, 52 fueron firmados con Caracas. Les siguen 41 con Chile, 39 con Bolivia, 22 con Brasil y 19 con Ecuador. Los presidentes K se reunieron con Chávez más que con cualquier otro jefe de Estado: nueve visitas oficiales a Venezuela sin contar los encuentros mantenidos en diversas cumbres. Chávez, a su vez, fue recibido como “huésped de honor” once veces en estos cinco años. Venezuela es el principal prestamista de la Argentina desde el default.
El juicio: se lleva a cabo en Miami. Antonini Wilson revela que fue amenazado por los gobiernos de Venezuela y Argentina para que no revele de dónde provenía el dinero ni hacia dónde iba. Pide 2 millones de dólares para gastos y compensaciones, documentos falsos y garantías de que no iría preso ni en Venezuela ni en Argentina. Aseguró en el juicio que el dinero no le pertenecía, que no sabía que había dinero en esa valija. Pero además reveló que en el vuelo iban otros 4.200.000 dólares que todos reclaman y nadie sabe dónde están.
Lo que sólo sucedió en 2007, como la renuncia de Uberti, fue lo que más se logró con esta farsa de dinero sin destino. La causa no se aclarará pero sí estará en voz del pueblo la falta de honestidad tanto de este gobierno como de los países involucrados y cada vez se demostrará más incertidumbre acerca de cómo fueron los hechos y quienes los responsables de la valija misteriosa. Que sea misterioso, es un sello impuesto por el cosmos esa madrugada, y si bien estará juzgado por Estados Unidos y por Argentina, el caso no tendrá mayores revelaciones. El juicio no revelará verdades pero volcará un mensaje: en América se siguen realizando negocios clandestinos y fraudulentos que acompañarán más a la historia que se está viviendo políticamente.
El momento era leonino. La luna exactamente en Aries, un estado emocional de defensa y claro, anterior a un ataque. El engaño se asienta.
El avión: Un vuelo rentado de Royal Air aterriza proveniente de Maiquetía, Venezuela, contratado por la petrolera estatal argentina Enarsa.
La carta que se levanta para ese momento muestra que lo que se estaba por intercambiar, se trunca y no llega a los fines estipulados. Mercurio, el que avalaría cósmicamente el movimiento, viaje y comercio de la valija, está en el último grado de Cáncer, y esto hizo que se perdiera la fuerza necesaria para cumplirse el objetivo. El Sol pasaba por Leo, la escena se alumbra, se engendra algo, se expresa, se exterioriza un momento que tiene una coyuntura cósmica especial.
Los pasajeros: Exequiel Espinosa, presidente de la compañía; Claudio Uberti, mano derecha del ministro Julio De Vido, titular del Occovi y virtual encargado de todos los negocios con Venezuela por fuera de la Cancillería; Victoria Bereziuk, secretaria de Uberti, tres funcionarios de PDVSA, petrolera de Venezuela; Daniel Uzcátegui Specht, el hijo del vicepresidente de la empresa chavista, Diego Uzcátegui Matheus, y Guido Alejandro Antonini Wilson.
En el cielo Saturno y Plutón estaban formando buenos aspectos. Esto es que algo grupal se construye a largo plazo; había energía para un propósito entre varias voluntades, de ambiciones, profesiones y políticas. Saturno, la ley; Plutón, el poder. Juntos, con fluidez de grados y posiciones en el zodíaco. Por la ubicación de los nodos de la luna el momento se proclama de fama para las personas y países involucrados.
Los hechos: Antonini Wilson se hace cargo de una valija. Al pasar por la Aduana, los agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria Daniel Ingrosso y María Luján Telpuk advierten el contenido del dinero, retienen la valija y dejan libre a Antonini. A las 8 de la mañana terminaron de contar el dinero secuestrado: US$ 790.550. Tres días después, el martes 7 de agosto, Antonini abandonaba el país y el dinero. Nadie le dijo nada. Todavía permanece prófugo de la justicia argentina. Claudio Uberti se aleja de su cargo “por haber incorporado a la comitiva del avión a personas ajenas a la delegación”, informa De Vido.
El sol iluminaría el momento de Leo, con autoexpresión, se sellaba lo que sería una transacción que no pudo ser, pero que además está relacionado con el extranjero y es esto justamente lo que más engaña. Porque si esta carta levantada al momento de encontrar la valija muestra una confusión y fraude del extranjero (Neptuno en IX), estará entonces toda esta causa dilatada por países que no se harán cargo de lo sucedido. Y va a desarrollarse todo en un marco de constante incertidumbre y poca verdad. Otro dato astrológico sería que el suceso dividiera, rompiera una meta, una ilusión de algo que por sacrificio revolucionaría todo y en el marco de lo social, se divorciaran sectores que idealizaban algo (Urano en X). Y faltaría agregar que ese dinero no se perdió, no se perdería, había fuerza del momento para redirigirlo y no por ser el dinero de la valija el que se recuperara, sino el flujo de dinero para un fin que volvería a tomarse en cuenta más adelante (Plutón en Casa VIII).
Los rumores: se cree que ese dinero provenía de Hugo Chávez para apoyar a la campaña presidencial de Cristina Kirchner que en ese momento estaba en su punto más álgido.
El dato: Venezuela es el país con el que la Argentina firmó mayor cantidad de acuerdos bilaterales durante los gobiernos K: de los 398 tratados suscritos, 52 fueron firmados con Caracas. Les siguen 41 con Chile, 39 con Bolivia, 22 con Brasil y 19 con Ecuador. Los presidentes K se reunieron con Chávez más que con cualquier otro jefe de Estado: nueve visitas oficiales a Venezuela sin contar los encuentros mantenidos en diversas cumbres. Chávez, a su vez, fue recibido como “huésped de honor” once veces en estos cinco años. Venezuela es el principal prestamista de la Argentina desde el default.
El juicio: se lleva a cabo en Miami. Antonini Wilson revela que fue amenazado por los gobiernos de Venezuela y Argentina para que no revele de dónde provenía el dinero ni hacia dónde iba. Pide 2 millones de dólares para gastos y compensaciones, documentos falsos y garantías de que no iría preso ni en Venezuela ni en Argentina. Aseguró en el juicio que el dinero no le pertenecía, que no sabía que había dinero en esa valija. Pero además reveló que en el vuelo iban otros 4.200.000 dólares que todos reclaman y nadie sabe dónde están.
Lo que sólo sucedió en 2007, como la renuncia de Uberti, fue lo que más se logró con esta farsa de dinero sin destino. La causa no se aclarará pero sí estará en voz del pueblo la falta de honestidad tanto de este gobierno como de los países involucrados y cada vez se demostrará más incertidumbre acerca de cómo fueron los hechos y quienes los responsables de la valija misteriosa. Que sea misterioso, es un sello impuesto por el cosmos esa madrugada, y si bien estará juzgado por Estados Unidos y por Argentina, el caso no tendrá mayores revelaciones. El juicio no revelará verdades pero volcará un mensaje: en América se siguen realizando negocios clandestinos y fraudulentos que acompañarán más a la historia que se está viviendo políticamente.
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