jueves, 7 de agosto de 2008

Evangelio Acuario de Jesús El Cristo (17)

Jesús habla con el rabí de la sinagoga de Nazaret. Critica la estrechez del pensamiento judaico.

1. El Rabí Barachía de la Sinagoga de Nazaret ayudaba a María en la enseñanza del hijo.
2. Una mañana, terminado el servicio de la sinagoga, el Rabí preguntó a Jesús que estaba sentado en pensamiento silente. “¿Cuál es el más grande de los diez mandamientos?”
3. Y Jesús dijo: “No veo que ninguno de los Diez Mandamientos sea más grande. Veo un hilo de oro que corre a través de los Diez Mandamientos que los ata fuertemente y que hace de todos ellos uno.”
4. “Este hilo es el amor que pertenece a cada palabra de todos los Diez Mandamientos.”
5. “Quien está lleno de amor no puede hacer otra cosa que adorar a Dios, porque Dios es amor.”
6. “Quien está lleno de amor no puede matar, no puede dar testimonio falso, no puede codiciar, no puede sino honrar a Dios y al hombre.”
7. “Quién está lleno de amor no necesita comandos de ninguna clase.”
8. Y el Rabí Barachía dijo: “Tus palabras están sazonadas con la sal de la Sabiduría que viene de arriba. ¿Quién fue el maestro que te reveló esta verdad?”
9. Y Jesús dijo: “No sé qué maestro me ha revelado esta verdad. Me parece que la verdad no ha estado nunca oculta; que ella siempre ha estado visible, porque la verdad es una y es omnipresente.”
10. “Si abrimos las ventanas de nuestras mentes, la verdad entrará en ellas y hará allí su hogar, porque la verdad encuentra su camino a través de cualquier puerta abierta.”
11. El Rabí dijo: “¿Qué mano es suficiente, fuerte, para abrir las ventanas y las puertas de la mente a fin de permitir que la verdad entre?”
12. Y Jesús dijo: “Me parece que el amor, el hilo de oro que ata los Diez Mandamientos en uno, es suficientemente fuerte para abrir cualquier puerta humana de modo que la verdad pueda entrar y producir la comprensión con el corazón.”
13. Ahora bien, en la velada Jesús y su madre estaban sentados solos, y Jesús dijo:
14. “El Rabí parece que piensa que Dios es parcial en su tratamiento de los hijos de los hombres; que los judíos son los únicos favoritos y más bendecidos entre todos los otros hombres.”
15. “No veo como Dios puede tener favoritos y ser justo.”
16. “¿No son los samaritanos, los griegos, los romanos tan hijos del Uno Santo como lo son los judíos?”
17. “Pienso que los judíos han construido una muralla alrededor de ellos y que no ven nada al otro lado.”
18. “No saben que las plantas también florecen allá, creen que las épocas de la siembra y de la cosecha pertenecen a nadie más que a los judíos.”
19. “Seguramente sería bueno destruir esas barreras, de modo que los judíos puedan ver que Dios tiene otros hijos que son por igual grandemente bendecidos.”
20. “Quiero irme de Judea y encontrar a mis hermanos en otras tierras de mi patria.”

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