domingo, 26 de abril de 2009

Videntes detectives

¿Pueden los videntes ser útiles en los grandes casos criminales o en la lucha antiterrorista? Algunos de los policías, criminalistas y agentes de Inteligencia más famosos de España y del mundo opinan que sí.

En 1948, en la publicación Anuario de Derecho y Ciencias Penales, el profesor de Psicología Antonio Álvarez de Linera publicó un fascinante y erudito artículo titulado “Lo parapsicológico en la investigación criminal” en el que enumeraba diferentes casos en los que médiums, psíquicos y videntes habían colaborado con la policía de la época. Entre las páginas 263 y 272, Álvarez defiende la hipótesis de que algunos sujetos especialmente sensibles pueden aportar –a través de la radiestesia, la hipnosis, los sueños lúcidos, la telepatía, etc.– información útil a la investigación policial. Y, por si eso no fuera suficiente, en la revista oficial de la Guardia Civil española se han publicado varios artículos sobre parapsicología y fenómenos psíquicos. Ello se debe a que muchos miembros de la Benemérita –siempre de forma extraoficial– están abiertos a la posibilidad de utilizar psíquicos en la investigación criminal e incluso en la lucha antiterrorista.

Videntes contra terroristas
El 27 de junio de 1995 el Grupo de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) secuestró a Publio Cordón. En este caso más de 70 videntes se pusieron en contacto con la Guardia Civil pretendiendo aportar información sobre el paradero del industrial secuestrado. Pero, según revelaron fuentes del cuerpo, aunque algunas de las pistas que facilitaron fueron contrastadas, no arrojaron resultado concluyente alguno. Juan Salvador, vidente barcelonés que en varias ocasiones ha ofrecido sus servicios a la jefatura de policía de la barcelonesa Vía Layetana, utiliza diferentes sistemas de percepción extrasensorial, según sea el caso. Suele comenzar pasando el péndulo sobre la foto del objetivo, “porque la foto emite unas energías que son recogidas por el péndulo”, y después este sobre un mapa. Según afirma, siguiendo este método ha colaborado en varias operaciones antiterroristas. En 1992 el comando itinerante de ETA que lideraba José Luis Urrusolo Sistiaga asesinó a dos suboficiales a pocos metros del cuartel del Bruc (Barcelona). Según Salvador, un agente de los servicios de información contactó con él de manera extraoficial para pedirle su opinión sobre el caso. Usando una foto de Urrusolo Sistiaga y otra de su compañera, Idoia Lopez Riaño, La Tigresa, Salvador afirma que los localizó en una zona de la parte alta de la ciudad. “Se lo dije al agente por teléfono –explica Salvador– y cuando llegó ya estaba allí la policía, por lo que supuse que se había producido una filtración. Sin embargo, los dos terroristas, que ya habían escapado, habían tenido una vivienda allí en la que aún quedaban restos de su presencia.” Por sorprendente que parezca, no es la primera vez que un psíquico se presta a colaborar con la policía y la Guardia Civil en una operación contra ETA o el GRAPO. Ya en la década de 1970 el jesuita y radiestesista José María Pilón participó en dos operaciones policiales: una de ellas para buscar a Antonio de Oriol y Urquijo y al general Villaescusa, secuestrados por el GRAPO, y la otra, un año después, con motivo del secuestro de Javier Ybarra a manos de ETA.En esta ocasión, se pusieron a disposición del sacerdote varios efectivos de la Benemérita para seguir la pista psíquica del secuestrado por los montes del País Vasco.

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