lunes, 16 de marzo de 2009

Cambios para Néstor Kirchner

El ex presidente de la República Argentina, pareja de la actual presidenta, ambos Piscis para el zodíaco occidental, está en el momento cúlmine de su carrera. Ambos están viviendo un fuerte poderío, por el tránsito de Plutón en Capricornio, lo que les da fuerza de dominio. Pero nacidos en distintas fechas y bajo diferentes aspectos astrales, Néstor Kirchner está atravesando su segunda revolución de Saturno, su cuarta revolución de Júpiter y para agregar más significación esotérica, este mismo Plutón que supuestamente favorecía, se encuentra en oposición a su Urano en Cáncer.

Semejantes aspectos astrales, se reducen a una síntesis clara: tiempos de total corte de sus funciones políticas. Aquellas que venía manejando con la hipnosis y pseudo engaño del Piscis clásico al poder. Por un lado, por esa revolución saturnina, se le presentan inhibiciones, reestructuraciones básicas, con una tendencia común que es sentirse bloqueado, sin apoyo de sus seguidores.
Lo positivo de la influencia marca momentos de crecimiento, que no es lo mismo que progreso. Él debe someterse al tiempo para reconocer la necesidad de madurez política. Pero claro, como también vive su Júpiter en revolución, este planeta benéfico le dará el toque de exageración y entusiasmo como para tolerar lo inevitable en épocas de cambio.
Podría, bajo Júpiter, dedicarse a la enseñanza, a la escritura, a la publicación de sus ideologías, a la novedad de proponer nuevas instancias políticas para esta época mundialmente en crisis. Pero probablemente le lleve un tiempo comprender que el límite que conocerá ahora no sería tan negativo si lo acompañara con modestia, tal vez hasta para una ulterior escena pública, como incluso para su salud.
Tal vez quiera causar revolución, sienta la imposibilidad actual como dispositivo para avanzar ante el peligro de fracaso. Pero no cubrirá las expectativas de un pueblo ni tampoco las personales. Su postura política será desgarrada y se encontrará divorciándose de todo su equipo de trabajo ideológico y participativo. Amistades que se aíslan, grupos que se sublevan, oposiciones fuertes en el sentido masivo y hasta traiciones que antes no habría contemplado como factibles.

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