Pensamientos y visualizaciones sanadores (primera parte)

Asclepio, dios de la mitología griega invocado en el juramento hipocrático, prodigaba el “sueño divino” en los lugares conocidos en la antigua Grecia como “templos del sueño”. La terapia que se aplicaba en ellos utilizaba la imaginación como instrumento de diagnóstico y de curación.

Galeno (131-201) y Paracelso (1493-1541) alimentaron las investigaciones sobre esta materia con una descripción pormenorizada de sus efectos en el ser humano, el primero, y, el segundo, reconociendo haber adquirido parte de sus conocimientos médicos a través de sus conversaciones con las parteras, quienes le habían proporcionado valiosa información sobre los aspectos intuitivos de la mente. En su Philosophia Sagax este último asegura que toda declaración, conjuro, palabra o signo no adquiere un valor suficiente si no se le añade la tensión psíquica necesaria.Filósofos y sacerdotes de todas las culturas antiguas usaban la visualización como herramienta de crecimiento. Hermes Trismegisto, padre del hermetismo, llegó a afirmar en su Corpus Hermeticum que las imágenes que se mantienen en la psique afectan al universo físico. Entre sus seguidores egipcios se pensaba que la enfermedad se curaba visualizando una salud perfecta. Así, el papiro egipcio de Ebers, datado hace unos 3.000 años, en la Dinastía XVIII, apoya esta creencia, basada en prácticas hipnóticas desarrolladas en estados de profunda relajación, próximos al sueño.También en la China del siglo XVIII a.C. se practicaban rituales para entrar en estado hipnótico durante las ceremonias de culto a los antepasados. El yoga tántrico constituye otro ejemplo de un elaborado sistema de imágenes que tienen como objetivo provocar un determinado efecto. En él la unión de la energía o Shakti es el vehículo a través del cual la conciencia individual se une con la conciencia pura o divinidad. Derviches, faquires y santones, danzas rituales de los sacerdotes de Baal y ceremonias mágico-religiosas del Círculo Ártico dibujan, entre otras, la senda de unas prácticas que encierran algo mucho más profundo: una capacidad aún desconocida que revela la potencia de una mente creadora.(Continuará…)