Nadie mejor que Obama para encabezar cambios drásticos

La carta astral de Barack Obama respalda las esperanzas de cambio y regeneración puestas en él, ya que lo presenta como un excelente gobernante que sabrá conjugar idealismo y sentido práctico para conducir a buen puerto tanto a su país como al resto del mundo. Es un personaje que no se parece en nada a ninguno de los mandatarios que le precedieron.


Barack Hussein Obama nació en Honolulu, Hawai, el 4 de agosto de 1961. Nativo de Leo, con Acuario como ascendente, hay que añadirle una influencia significativa de Urano lo que lo convierte en un hombre singular. Él es el resultado de un crisol de razas y culturas ya que su padre era un hombre negro nacido en Kenia, mientras que su madre era una mujer blanca oriunda de Kansas (EE.UU.) de ideas muy avanzadas. Tras divorciarse de su esposo, la madre de Obama contrajo de nuevo matrimonio con un indonesio, con quien tuvo una hija. Además, Barack tiene otros siete hermanos por parte del padre. Todas estas circunstancias biográficas lo convierten en un hombre dotado de una flexibilidad y una apertura mental especialmente significativas. En la obra de Stephen Mansfield, La fe de Barack Obama, cuenta que fue educado en la multicultural Indonesia, de religión mayoritariamente islámica, aunque también tuvo contacto con el hinduismo, el budismo y el animismo. No obstante, encontró en Estados Unidos su verdadera vocación cristiana. Un hombre de estas características puede ser el más adecuado para conducir el timón del mundo en un período astrológicamente tan difícil como el que viene, que va a estar caracterizado por la llegada de profundas crisis, transformaciones y cambios en todos los ámbitos y a escala mundial. En los próximos cuatro años, en los que además se termina el famoso calendario maya, los planetas lentos van a formar entre ellos grandes tensiones: Saturno se opondrá a Júpiter y Urano, y los tres formarán cuadratura con Plutón. Todo ello propiciará una gran transformación del mundo tanto en la esfera espiritual como en la política y la económica. Y Barack Obama puede ser la persona más indicada para estar al frente del mayor imperio mundial.
A pesar de ser el signo más idóneo para los líderes, no abundan en la historia de EE.UU. los presidentes nacidos bajo el signo de Leo, al menos entre los más destacados. Desde la II Guerra Mundial hasta nuestros días han desfilado por la Casa Blanca más de diez presidentes, pero sólo uno de ellos era Leo: Bill Clinton. Tal vez se deba a que este país es la cuna de las modernas democracias y a que el egocentrismo y el autoritarismo solares no son adecuados para el nuevo estilo de gobernar, basado en la división de poderes, sujeto al control de la Constitución y el Parlamento y necesitado del apoyo popular. Sin embargo, ahora le corresponde a un Leo pilotear la primera potencia mundial e, indirectamente, llevar el timón de toda la humanidad. Y la primera conclusión que surge del análisis de su carta astral es que no es una persona débil ni titubeante. Como comandante en jefe del Ejército, Obama será brillante y eficiente y no le temblará el pulso a la hora de tomar las decisiones que sean necesarias. Por otra parte, como presidente será infinitamente mejor y más competente que George W. Bush y restituirá a Estados Unidos todo el prestigio que éste le ha quitado. Y es que los Leo tienen algo que les distingue de los demás signos del Zodíaco: una enorme dosis de suerte unida a un don especial para el mando y el liderazgo.
(Continuará…)