miércoles, 31 de diciembre de 2008

El Evangelio Acuario de Jesús el Cristo (162)

Jesús revela plenamente la misión de la Santa Respiración. Dice claramente a sus discípulos que va a morir y ellos se entristecen. Ora por ellos y por todo el mundo de los creyentes. Abandonan el salón del banquete.

1. Ahora bien, Juan estaba profundamente apenado porque el maestro había dicho: “Me voy, y a donde yo voy, vosotros no podéis ir.”
2. Y lloró y dijo: “Señor: iré contigo a través de toda prueba y hasta la muerte.”
3. Y Jesús dijo: “Y tú me seguirás a través de la prueba y a través de la muerte. Pero ahora no puedes ir a donde yo voy. Pero vendrás.”
4. Y Jesús volvió a hablar a los once y dijo: “No os entristezcáis porque yo me voy porque es mejor que yo me vaya. Si yo me voy, la Santa Respiración, el Vivificador, vendrá a vosotros.”
5. “Estas cosas os hablo mientras estoy con vosotros en la carne, pero cuando la Santa Respiración venga en Poder, ella os enseñará más y más y os traerá a vuestra memoria todas las palabras que os he dicho.”
6. “Todavía hay una multitud de cosas que deberían decirse. Cosas que esta edad no puede recibir porque no tiene corazón que las comprenda.”
7. “Pero yo os digo: Antes que llegue el gran día del Señor, la Santa Respiración hará conocer todos los misterios.”
8. “Los misterios del alma, de la inmortalidad; la unidad del hombre con todo otro hombre y con su Dios.”
9. “Entonces el mundo será guiado a la verdad y el hombre será la verdad.”
10. “Cuando ella venga, la Santa Respiración, el Vivificador, ella convencerá al mundo de su error y de la Verdad que yo he expuesto y de la justicia del juzgamiento del justo. Entonces el príncipe de la vida materializada será arrojado.”
11. “Y cuando venga el Vivificador yo no necesitaré interceder por vosotros, porque habréis sido aprobados y Dios os conocerá entonces como él me conoce a mí.”
12. “La hora ha llegado en la que lloraréis, los perversos se regocijarán de que yo me haya ido. Pero regresaré y todas vuestras penalidades se tornarán en goce.”
13. “Más aún, verdaderamente os regocijaréis como aquel que da la bienvenida a su hermano que regresa de los muertos.”
14. Y los discípulos dijeron: “Nuestro Señor, no nos hables más en proverbios. Háblanos claramente. Nosotros sabemos que eres sabio y que sabes todo.”
15. “¿Qué significan tus palabras: me voy, pero regresaré?”
16. Y Jesús dijo: “La hora ha llegado en que todos vosotros os dispersaréis y en que todo hombre tendrá miedo.”
17. “Y huirá para escapar con vida y me dejará solo, pero mi Padre-Dios estará conmigo en todo lo largo de la vía.”
18. “Y hombres perversos me conducirán a la silla del acusado; y en presencia de las multitudes daré mi vida, para ser un prototipo para los hijos de hombres.”
19. “Pero me levantaré otra vez y vendré a vosotros.”
20. “Os hablo de estas cosas para que cuando ellas ocurran, os afiancéis en la fe.”
21. “Y vosotros sufriréis las bofetadas de los hombres y seguiréis la vía dolorosa que voy a caminar.”
22. “Mantened la alegría. Me he sobrepuesto al mundo y vosotros también os sobrepondréis al mundo.”
23. Entonces Jesús elevó los ojos al cielo y dijo: “Mi Padre-Dios, la hora ha llegado.”
24. “El hijo del hombre tiene ahora que ser elevado de la tierra. Que no desmaye. Que todo hombre llegue a saber el poder del sacrificio.”
25. “De modo que como yo doy mi vida por los hombres, los hombres den sus vidas por otros hombres.”
26. “Vine a hacer la voluntad de Dios y, en el nombre sagrado, el Cristo es glorificado para que los hombres vean al Cristo como vida, como luz, como amor, como verdad.”
27. “Y para que a través del Cristo lleguen ellos a ser la Vida, la Luz, el Amor, la Verdad.”
28. “Alabo tu nombre por razón de estos que tú me has dado, porque ellos te han honrado y te honrarán.”
29. “Y ninguno de ellos será perdido y ninguno de ellos se irá, excepto el ciego, hijo de la vida manifestada, que se ha ido a vender a su Señor.”
30. “Oh, Dios, perdona a ese hombre que no sabe lo que hace.”
31. “Y ahora, oh, Dios, vengo a ti y no estoy ya más en vida mortal. Protege a estos hombres a los que he hecho conocer tu sabiduría y tu amor.”
32. “Así como ellos creen en mí y en las palabras que hablo, que todo el mundo crea en ellos y en las palabras que hablen.”
33. “Así como me mandaste al mundo, así los he mandado a ellos. Te ruego pues, que los honres como me has honrado a mi.”
34. “No te pido que te los lleves del mundo, sino que sean protegidos de lo malo del mundo y que no estén sujetos a tentaciones que sean demasiado grandes para ser soportadas por ellos.”
35. “Hubo un tiempo en que ellos fueron del mundo, ahora ya no son más del mundo, como yo no soy más del mundo.”
36. “Tu Palabra es Verdad oh, Dios. Deja que por tu palabra sean santificados.”
37. “No pido solamente por ellos, oh Dios. También pido por aquellos que creerán en mí y que aceptarán al Cristo por razón de lo que hagan y digan, para que todos ellos puedan llegar a ser uno.”
38. “Como Yo Soy uno contigo y tú eres uno conmigo, permite que ellos sean uno con nosotros.”
39. “Que todo el mundo pueda conocer que tú me enviaste a hacer tu voluntad y que tú los amas como tú me has amado siempre.”
40. Cuando Jesús hubo dicho esto, todos cantaron el canto judío de alabanza y se levantaron y se fueron por su camino.

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