martes, 18 de noviembre de 2008

Hillary Clinton: la ex primera dama será la futura secretaria de Estado de EEUU.

Está entre los posibles candidatos para “guiar la diplomacia estadounidense” del gobierno de Barack Obama. El nuevo presidente también pensó en John Kerry y en Bill Richardson para el mismo puesto. Pero esta mujer, quien fuera primera dama, contrincante del presidente electo en las internas demócratas; abogada del signo de Escorpio, y actual senadora de Nueva York por segunda vez, tomará ese puesto ineludiblemente.

Hillary Clinton cuenta con un capital astrológico que es básicamente de Leo y Escorpio. Y su debilidad es Neptuno, que lo expresa con aquellos escándalos que tuvo que afrontar cuando su marido era presidente y tuvo un amorío con Mónica Lewinsky, parte de un destino inmanejable. Toda su carta natal expresa una fuerza de avance y ambición que en su vejez se consolidará mucho mejor. Pero se trata de una escorpiana, signo que se define con la palabra “regeneramiento”, porque es dueño de la capacidad de eliminación de lo que debe morir, en algunos casos por ataque, en otros por autodestrucción y en otros por el propio destino o karma. En la existencia de todo Escorpio serán dominantes las transformaciones, la muerte y el renacimiento y así recorren la vida de experiencias límites una y otra vez, casi sin descanso.
El año próximo, apenas comience enero, la carta natal de Hillary Clinton tendrá nuevos tránsitos planetarios, uno trascendental que la llevará al poder público. De otros tránsitos obtendrá un recambio de dirección ideológica, que la hará romper sus convicciones tradicionales y la influenciarán paralelamente con dudas y miedos acerca de su participación en el próximo gobierno.
Otro ciclo empieza en su vida, de especial importancia en su perfil público, pero la época es tan caótica que su rigidez ideológica empezaría a diluirse. Son momentos difíciles para cualquiera que sea convocado a participar en el gobierno de Obama. Si bien ella ocuparía un rol interesante para la mujer actual, esta crisis con sus inesperados cambios e indefinición la pondrán en tensión y podría terminar en un abrupto corte de su función, hacia mitad de 2009, o a una conducta que no se destacaría por sus resultados.
La convocatoria a este cargo político, está dentro de una estrategia de Barack Obama ante tantas expectativas y presión del pueblo americano. Las intenciones de Obama se muestran como tácticas que nadie podrá comprender hasta el ejercicio de su mandato.

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