lunes, 24 de noviembre de 2008

El Evangelio Acuario de Jesús el Cristo (125)

Los cristianos son bien recibidos en Gennesaret. Muchos siguen a Jesús por los panes y los peces. Jesús habla del pan de la vida. Habla de su cuerpo y de su sangre como símbolo de pan y agua de vida. La gente se ofende y muchos de sus discípulos no le siguen más.

1. La noticia se propagó pronto en todo el valle de Gennesaret, que Jesús y los doce habían llegado, de modo que mucha gente vino a verlos.
2. Trajeron a sus enfermos y los colocaron a los pies del maestro, quien enseño y curó todo el día.
3. Las multitudes que el día anterior habían sido alimentadas al otro lado y otras multitudes, vinieron a ver al Señor; pero cuando no le encontraron fueron a Cafarnaúm es su busca.
4. Y cuando no le encontraron en su casa, fueron a Gennesaret y cuando le encontraron le dijeron: “Maestro ¿cuándo viniste a Gennesaret?”
5. Y Jesús dijo: “¿Por qué habéis venido del otro lado del mar? No vinisteis ciertamente por el pan de la vida.”
6. “Vinisteis solamente por satisfacer vuestro egoísmo; todos vosotros fuisteis alimentados al otro lado del mar y ahora estáis tras más pan y más peces.”
7. “El pan que comisteis fue alimento material que pronto pasa.”
8. “Hombres de Galilea, no vayáis tras el alimento perecible. Buscad el alimento que nutre el alma; y he aquí que yo os traigo alimento del cielo.”
9. “Comisteis carne de pescado y os satisficisteis, y ahora os traigo carne del Cristo para que comáis con la finalidad de que obtengáis vida eterna.”
10. “Nuestros padres comieron maná en el desierto y en seguida comieron perdices y bebieron las aguas de la vertiente que Moisés hizo manar de la roca. Pero todos ellos murieron.”
11. “El maná y las perdices eran simplemente símbolo de la carne del Cristo; las aguas de la roca eran símbolos de la sangre.”
12. “Pero he aquí que el Cristo ha venido. Es el pan de la vida que Dios ha dado al mundo.”
13. “Quien quiera que coma la carne del Cristo y beba su sangre, nunca morirá, ni tendrá jamás hambre, ni sentirá sed más.”
14. “Y todo el que coma este pan de la vida y beba esta agua de las vertientes de la vida no puede perderse. Estos alimentan el alma y purifican la vida.”
15. “De allí que Dios haya dicho: Cuando el hombre se haya purificado, le llevaré al trono del poder.”
16. Entonces Jesús y los doce se fueron a Cafarnaúm; y Jesús se fue a la sinagoga y enseñó.
17. Y cuando los judíos que le oyeron en Gennesaret vinieron, dijeron:
18. “Este hombre está loco. Le hemos oído decir: Yo soy pan de vida que viene del cielo. Y todos sabemos que no es sino un hombre, hijo de hombre, y que viene de Nazaret. Conocemos a su madre y a su familia.”
19. Y Jesús conoció sus pensamientos, y les dijo: “¿Por qué murmuráis y argumentáis así entre vosotros?”
20. “Cristo es vida eterna. Cristo vino del cielo. Tiene las llaves del cielo y ningún hombre entra en el cielo a menos que él mismo esté lleno de Cristo.”
21. “Viene en forma corpórea a hacer voluntad de Dios. Es por eso que soy el pan viviente que viene del cielo.”
22. “Y cuando comáis esta carne y bebáis esta sangre, tendréis vida eterna; y si así lo hacéis vosotros mismos llegaréis a ser el pan de vida.”
23. Muchos de los que oyeron se disgustaron y dijeron: “¿Cómo puede este hombre darnos de comer su carne y de beber su sangre?”
24. Sus discípulos estuvieron muy apesadumbrados de que él haya dicho estas cosas, y muchos de ellos le abandonaron y no le siguieron más.
25. Decían: “Es horrible que haya dicho: si no coméis mi carne y bebéis mi sangre no podéis entrar en la vida.”
26. No podían comprender la parábola que él habló.
27. Y Jesús dijo: “Tropezáis y caéis ante la verdad. ¿Qué haréis cuando veáis este cuerpo y esta sangre transmutados en formas más altas?”
28. “¿Qué diréis cuando veáis al hijo del hombre ascendiendo en las nubes del cielo?”
29. “¿Qué diréis cuando veáis al hijo del hombre sentado en el trono de Dios?”
30. “La carne es nada, el espíritu es el poder vitalizador. Las palabras que yo hablo son espíritu; ellas son vida.”
31. Cuando Jesús vio a tantos que habían sido tan ruidosos en sus protestas de fe en él, voltearle las espaldas e irse dijo a los doce.
32. “¿Desertaréis vosotros también en esta hora y partiréis?”
33. Pero Pedro dijo: “Señor, no tenemos ningún otro lugar a donde ir, tú tienes la palabra de vida interminable, sabemos que nos has sido enviado de Dios.”

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola me parece myu bu8ena e iteresante eta publicaci'on1 , de pronto mi curiosidad es que si estos evangelios fueron tomados de la biblia o a lo mejor estan escritos en otro lbro?