El secretario del Tesoro de Estados Unidos es un multimillonario cuyo patrimonio se ve severamente perjudicado por la crisis financiera. No durará mucho en su cargo.
El 29 de septiembre, cuando se rechazaba el salvataje económico al sistema financiero norteamericano, el secretario del Tesoro, Henry “Hank” Paulson Jr., vivía cósmicamente un debilitamiento de sus fuerzas: falta de voluntad, cansancio mental e inacción. Casualmente ese mismo día, su energía revelaba el fracaso de los esfuerzos, era una época de tensión, tan sólo ese día vivía la influencia del enfrentamiento de sus propios ideales contra sí mismo.
Su fortuna se calcula en 500 millones de dólares en acciones Goldman Sachs, lo que pone en paralelo a la crisis nacional con la crisis de su propia cuenta bancaria.
Pero en pocos días, la segunda semana de noviembre, se liberará de una carga del pasado, cometerá un exceso, en una actitud de falsa esperanza… Sus ambiciones se verán entorpecidas. Tal vez por primera vez, como ariano, no sabrá qué decisión tomar. El momento necesita de su responsabilidad y él deseará la libertad de comenzar otra etapa. Tomará una decisión fuerte, especulativa. Se sentirá corajudo para terminar un ciclo. Obrará impulsivamente. Renunciará a su puesto.
Su fortuna se calcula en 500 millones de dólares en acciones Goldman Sachs, lo que pone en paralelo a la crisis nacional con la crisis de su propia cuenta bancaria.
Pero en pocos días, la segunda semana de noviembre, se liberará de una carga del pasado, cometerá un exceso, en una actitud de falsa esperanza… Sus ambiciones se verán entorpecidas. Tal vez por primera vez, como ariano, no sabrá qué decisión tomar. El momento necesita de su responsabilidad y él deseará la libertad de comenzar otra etapa. Tomará una decisión fuerte, especulativa. Se sentirá corajudo para terminar un ciclo. Obrará impulsivamente. Renunciará a su puesto.
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