Futuro de incertidumbre para Cristina Kirchner

Si se conocieran fehacientemente las propiedades y capitales privados que ella y su familia acumularon, podríamos dar un pronóstico más acertado sobre lo que será el futuro de pérdida que le espera a la presidenta. Mientras tanto podemos vaticinar su futuro basados en los tránsitos planetarios que le esperan.

Durante noviembre vivirá una oposición planetaria que significa un tremendo desastre en cuanto a capital propio se refiere y una pérdida de estabilidad económica que la mantendrá tan amenazada como a cualquier ciudadano en estos tiempos de crisis financiera. Ni el cosmos ni su posición política la protegen. Esto la está debilitando profundamente y la lleva a tomar decisiones apuradas provocando tensiones sociales.
Es y será engañada por su propia ambición, sueña imposibles. Su carrera política será devastada por anuncios y discursos (como el de la estatización). Inclusive en un marco mundial de cambio, este cambio confundirá aún más al pueblo y a ella en su mandato. No tiene control sobre sí misma, como intenta demostrar. Engaña y tiene una actitud poco realista.
Es un tiempo de escándalo político para ella, sus dotes se verán eludidas y nada estará muy claro. ¿Cuál es el fin de su posición pública política y qué tipo de intereses tiene a favor de su pueblo? Esos son puntos que están en disolución en su carta natal: Neptuno se opone a Plutón.

Pero no todas son malas. De momento cuenta con un apoyo del cielo que le permite mantener el poder y conseguir entusiasmo en acciones grupales como pueden ser alianzas con otros países. Engendra planes nuevos y métodos que esquivan la crisis. Se mantiene al mando de un país entero, rico y lleno de futuras demandas a nivel mundial.
Estatizar es una decisión que ha tomado como forma de salvataje pero astralmente es un intento de rescate propio. No serán días buenos para ella, y su presencia en los medios estará totalmente en caída. La incertidumbre que vive la está volcando a su nación, a su país, a lo drástico; debería ahora estar lejos de la soberbia política y las fuerzas del poder futuro, sin tener miedo a perder su propio tesoro económico y más al tanto de circular los recursos propios. Esto le da pánico.

Argentina trae otra desilusión que llevará al cambio, un descontrol que pondrá al país otra vez en alerta y alarma ante el mundo. Será en enero de 2009. La vejez y la educación tendrán que revisar seguridades legales y políticas. Por otro lado, la posibilidad de que la ley de estatización se logre sin tanta reticencia, está dada por algunos contactos planetarios que hay sobre la Luna de Argentina.
La inseguridad tampoco se resolverá. Los meses venideros quedarán en la historia, porque si bien el mundo pende de una idea futura aunada y mancomunada, Argentina está tomando el cambio mundial con apuradas medidas que deberían ser antes democráticas y muy estudiadas.