martes, 30 de septiembre de 2008

Evangelio Acuario de Jesús El Cristo (70)

Jesús y sus discípulos en una fiesta en Canaan. Jesús habla del matrimonio. Torna el agua en vino. Las gentes están asombradas.

1. En Canaan de Galilea hubo la fiesta de un matrimonio, y María y su hermana Miriam y Jesús y sus discípulos fueron invitados.
2. El jefe de la fiesta había oído que Jesús era un maestro enviado por Dios, y le pidió que hablara.
3. Y Jesús dijo: “No hay lazo más sagrado que el lazo matrimonial.”
4. “La cadena que ata dos almas en amor es forjada en los cielos, y el hombre no puede partirla en dos.”
5. “Las bajas pasiones de dos pueden producir la unión de dos, unión como la del agua y del aceite.”
6. “Entonces el sacerdote puede forjar una cadena y atar a dos. Este no es matrimonio genuino sino falsificado.”
7. “Los dos son culpables del adulterio, y el sacerdote es cómplice del crimen”, y eso fue todo lo que dijo Jesús.
8. Y mientras Jesús estaba de pie a un lado, en pensamiento silente, su madre vino y le dijo: “Falta vino ¿Qué debemos hacer?”
9. Y Jesús dijo: “¿Qué es vino? No es sino agua con sabor de uvas.”
10. “¿Y qué son uvas? No son sino cierta clase de pensamiento expresado en forma corpórea. Yo puedo manifestar tal pensamiento y tornar agua en vino.”
11. Entonces llamó a los sirvientes y les dijo: “Traedme seis cántaras de piedra, una cántara por cada uno de mis seis discípulos y llenadlas de agua hasta el borde.”
12. Los sirvientes trajeron las cántaras y las llenaron de aguas hasta los bordes.
13. Y Jesús produjo un pensamiento poderoso que hizo vibrar los éteres hasta que se produjeron en manifestación, y he aquí que el agua se coloró y se tornó en vino.
14. Los sirvientes llevaron el vino y lo dieron al jefe de la fiesta, quien llamó al novio y le dijo:
15. “Este vino es el mejor de todos: La mayoría de las gentes cuando da una fiesta presenta al principio el mejor vino; pero tú has reservado lo mejor para el final.”
16. Y cuando contaron al jefe y a los huéspedes de Jesús, por el poder de su pensamiento, había tornado el agua en vino, estuvieron asombrados.
17. Y dijeron. “Este es más que hombre. Seguramente es el Cristo que los profetas de tiempos antiguos han dicho que vendría.”
18. Y muchos de los huéspedes creyeron en él y contentos lo siguieron.

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