Vaticinan que en pocos años Europa se inundará, Estados Unidos sufrirá sequías terribles, América Central padecerá terremotos y huracanes cada vez más fuertes. Los habitantes del continente africano buscarán refugiarse en otros territorios. Parecen predicciones imposibles. Sin embargo, en sólo una semana, tres huracanes que arrasaron en el Atlántico, intensificaron la alerta.
El huracán “Gustav” pasó por Haití dejando más de 70 muertos. Cuando todavía hay zonas que permanecen bajo el agua e incomunicadas, “Hanna” azota la zona y ya se cobró 200 víctimas. Mientras tanto, el temible huracán “Ike” amenaza con su llegada. Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, "Ike" es un huracán extremadamente peligroso", con ráfagas de 215 km por hora y con un movimiento de 22 km por hora. El ojo del "Ike" evolucionó de forma rapidísima: de ser una tormenta tropical, se convirtió en un feroz huracán en menos de seis horas.
Dos semanas atrás, “Fay”, provocó la muerte de 40 personas, también en Haití.
En otro sector del Atlántico, la tormenta tropical Josephine, ubicada a unos 1069 km. al oeste del extremo sur de las Islas de Cabo Verde, tuvo a todos en vilo.
“Gustav” provocó la masiva evacuación de 2 millones de personas en el sur de Louisiana, una de las mayores en la historia de Estados Unidos.
La empresa de gestión de riesgos Eqecat estimó las pérdidas producidas por “Gustav” sobre el Golfo de México y el sur de Estados Unidos en 7 mil millones de dólares.Este huracán, categoría cuatro, también pasó por Cuba, especialmente por la Isla de la Juventud y Pinar del Río, con ráfagas de viento máximas de 340 km. por hora. (Una tormenta tropical se convierte en huracán de categoría uno en la escala de intensidad Saffir-Simpson, de un máximo de cinco, cuando tiene vientos máximos sostenidos de 119 kilómetros por hora). El propio Fidel Castro, en un artículo titulado “Un golpe nuclear”, lo comparó con los efectos dejados por la bomba atómica en Hiroshima en 1945.
En India, tres millones de personas fueron evacuadas y al menos 90 han muerto debido a las inundaciones en Bihar, después de que el río Kosi rompiera una presa en Nepal. Son las peores inundaciones en 50 años.Ayer nevó en Kenia, África, y en la provincia argentina de Córdoba una inesperada nevada apagó los incendios que arrasaban con las sierras en el Valle de Punilla. No nevaba en el mes de septiembre desde hacía 15 años y tres días antes la temperatura era de 35º y el sol rajaba la tierra. Hace 7 meses que no llueve.
Todo esto ocurrió en sólo una semana.
Se calientan los océanos
La temporada de huracanes en el Atlántico se da todos los años del 1 de junio al 30 de noviembre. En lo que va de esta temporada, se han formado diez tormentas y cinco huracanes. Los meteorólogos de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EE.UU. vaticinaron en agosto pasado que esta temporada iba a ser muy activa,con la posible formación de 14 a 18 tormentas tropicales, de las cuales entre 7 y 10 podían llegar a convertirse en huracanes, y entre 2 y 5 grandes huracanes. Un grupo de científicos que estudian el clima, aseguraron que a medida que se calientan los océanos, las tormentas tropicales serán más potentes. Muchos meteorólogos han vinculado las tormentas más fuertes con el incremento de las temperaturas en la superficie del mar en el Atlántico Norte y en otros lugares, bajo la teoría del Motor Térmico ya que los ciclones tropicales se alimentan de aguas calientes. Cuanto más caliente es el agua, más intensa es la tormenta. Desde 1981, las aguas tropicales que alimentan los ciclones se han calentado unos 0,33 grados Celsius. Aunque la intensidad del ciclón puede depender también de otros factores, como dónde se ha formado, su proximidad a tierra, los patrones de El Niño y la actividad solar.Desde la ONU, Archim Steiner, jefe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ve los riesgos y advierte: “Los huracanes del Atlántico y las inundaciones en India son recordatorios de los riesgos de sufrir fenómenos aún más extremos relacionados con el cambio climático”.
Dos semanas atrás, “Fay”, provocó la muerte de 40 personas, también en Haití.
En otro sector del Atlántico, la tormenta tropical Josephine, ubicada a unos 1069 km. al oeste del extremo sur de las Islas de Cabo Verde, tuvo a todos en vilo.
“Gustav” provocó la masiva evacuación de 2 millones de personas en el sur de Louisiana, una de las mayores en la historia de Estados Unidos.
La empresa de gestión de riesgos Eqecat estimó las pérdidas producidas por “Gustav” sobre el Golfo de México y el sur de Estados Unidos en 7 mil millones de dólares.Este huracán, categoría cuatro, también pasó por Cuba, especialmente por la Isla de la Juventud y Pinar del Río, con ráfagas de viento máximas de 340 km. por hora. (Una tormenta tropical se convierte en huracán de categoría uno en la escala de intensidad Saffir-Simpson, de un máximo de cinco, cuando tiene vientos máximos sostenidos de 119 kilómetros por hora). El propio Fidel Castro, en un artículo titulado “Un golpe nuclear”, lo comparó con los efectos dejados por la bomba atómica en Hiroshima en 1945.
En India, tres millones de personas fueron evacuadas y al menos 90 han muerto debido a las inundaciones en Bihar, después de que el río Kosi rompiera una presa en Nepal. Son las peores inundaciones en 50 años.Ayer nevó en Kenia, África, y en la provincia argentina de Córdoba una inesperada nevada apagó los incendios que arrasaban con las sierras en el Valle de Punilla. No nevaba en el mes de septiembre desde hacía 15 años y tres días antes la temperatura era de 35º y el sol rajaba la tierra. Hace 7 meses que no llueve.
Todo esto ocurrió en sólo una semana.
Se calientan los océanos
La temporada de huracanes en el Atlántico se da todos los años del 1 de junio al 30 de noviembre. En lo que va de esta temporada, se han formado diez tormentas y cinco huracanes. Los meteorólogos de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EE.UU. vaticinaron en agosto pasado que esta temporada iba a ser muy activa,con la posible formación de 14 a 18 tormentas tropicales, de las cuales entre 7 y 10 podían llegar a convertirse en huracanes, y entre 2 y 5 grandes huracanes. Un grupo de científicos que estudian el clima, aseguraron que a medida que se calientan los océanos, las tormentas tropicales serán más potentes. Muchos meteorólogos han vinculado las tormentas más fuertes con el incremento de las temperaturas en la superficie del mar en el Atlántico Norte y en otros lugares, bajo la teoría del Motor Térmico ya que los ciclones tropicales se alimentan de aguas calientes. Cuanto más caliente es el agua, más intensa es la tormenta. Desde 1981, las aguas tropicales que alimentan los ciclones se han calentado unos 0,33 grados Celsius. Aunque la intensidad del ciclón puede depender también de otros factores, como dónde se ha formado, su proximidad a tierra, los patrones de El Niño y la actividad solar.Desde la ONU, Archim Steiner, jefe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ve los riesgos y advierte: “Los huracanes del Atlántico y las inundaciones en India son recordatorios de los riesgos de sufrir fenómenos aún más extremos relacionados con el cambio climático”.
0 comentarios:
Publicar un comentario