jueves, 14 de agosto de 2008

2012- Queda poco tiempo para decidir si permanecemos o nos autodestruimos (2da. Parte)

Siete profecías fueron descubiertas junto con el calendario maya. Avisaban sobre un fuerte cambio que transformaría a la humanidad. Estas profecías tienen un basamento científico, y una relación muy estrecha con la serie de notas sobre la Resonancia Schumann que hemos publicado en ndf durante la semana pasada (ver sección Ciencia y Tecnología).



Estudios realizados en cosmonautas rusos, en un ambiente disminuido a 0 Gaus, demostraron que una persona primero padece una gran confusión y luego manifiesta una agresividad tan extrema que llega a la locura. Esto implica que el electromagnetismo influye directamente en la conciencia y la razón. A su vez, la aceleración terrestre de la frecuencia afecta vibracionalmente, transmitiendo la misma agitación.
Como explicamos en notas anteriores, el "sonido del silencio", o sea la Resonancia Schuman es de 7.8 Hz. Allí todo entra en armonía, equilibrándose. En nuestro cuerpo, las ondas cerebrales se dividen en Beta, Alfa, Theta y Delta, medidas en Hertzios. Beta, el estado de alerta, consciente y lúcido, se encuentra entre 12-30 Hz; Alfa, el estado más relajado, de meditación y ensueño, es de 8 a 12 Hz, Theta de 4 a 8 Hz y Delta de 1 a 4 Hz. Cuanto más profunda es nuestra relajación, baja dicha frecuencia.
La pregunta es ¿sería posible la relajación si la vibración circundante y envolvente de la Tierra es tan elevada? En los seres humanos provocaría insomnio, incapacidad de concentración, nerviosismo, características cada vez más acentuadas en estos últimos años. Si esto se incrementara, ¿podría soportarlo una persona que no pueda crear un campo magnético propio controlando sus emociones? Probablemente no.
Según los mayas, esta aceleración planetaria, y su consiguiente pérdida de campo magnético, irá en crescendo, llegando a 0 Gaus, e invirtiéndose la polaridad planetaria, lo cual nos afectaría enormemente. Se plantea seriamente entonces la necesidad de evolucionar, de elevarnos.
La fecha clave del final de este proceso, es el año 2012, cuando termina el "Tiempo del No-Tiempo". A partir de aquí los mayas hablan de esta época como el “Final del miedo” y todo queda en nuestras manos.
Debemos ser capaces de enfrentar este nuevo destino. Sólo de esta manera podremos sobrevivir como especie y civilización, pero el tiempo corre y hay que decidirse. La primera profecía marca los últimos 13 años, contando a partir de 1999, desde el momento del eclipse anular de sol del 11 de Agosto (también anunciado en sus mediciones), en los cuales cada individuo debe decidir sobre la humanidad, antes del sábado 22 de diciembre de 2012.

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