La astrología contra la pared

Ya en 1986, un estudio del Instituto Gallup determinó que el 52% de los adolescentes estadounidenses creía que la astrología era una ciencia cierta. En esos años, varios científicos intentaron demostrar alguna correlación entre la manera de actuar de una persona y su signo, pero no lograron resultados comprobables.
En 1980, Tyson analizó las carreras elegidas por 10.313 graduados. Según la astrología los signos de Acuario, Sagitario, Aries, Géminis y Virgo son más propensos al estudio científico y racional. No encontró ninguna relación entre los signos y las carreras. Silverman, psicólogo de la Universidad de Michigan, estudió la compatibilidad e incompatibilidad zodiacal en 2.978 parejas casadas y 478 divorciadas, sin descubrir un patrón determinante. Dos economistas de la George Washington University, Bennett y Barth, analizaron estadísticamente la supuesta relación astrológica entre los signos regidos por Marte y los militares norteamericanos, sin resultados. El físico John McGervey de la Case Western Reserve University, estudió la relación entre el signo solar y la profesión de 6.475 políticos y 6.534 científicos. Ninguno de ellos encontró la pretendida relación astrológica.
El psicólogo francés Michel Gauquelin estudió la vida de varios cientos de gemelos, que supuestamente deberían tener el mismo destino. Al finalizar estos estudios en 1967, Gauquelin afirmó: "Todos los esfuerzos de los astrólogos por defender su postulado básico han fallado. (...) Las estadísticas han demostrado la falsedad de los viejos argumentos de una vez para siempre. (...) Quienquiera que se diga capaz de predecir el porvenir consultando las estrellas se está engañando a sí mismo o está engañando a los demás".
Los astrólogos afirman que consiguen un alto porcentaje de aciertos y como prueba de ello presentan una serie de predicciones que se cumplieron. Sin embargo, lo fundamental es conocer el número de predicciones realizadas y el número de aciertos. Evidentemente siempre habrá algunos. Nadie tiene el "don" de equivocarse siempre.
Hunter y Derr en 1978, comprobaron las predicciones sobre terremotos de astrólogos y videntes estadounidenses. De las 240 hechas por 27 astrólogos, los aciertos fueron inferiores a los esperados por el azar. Culver e Ianna analizaron 3.011 predicciones hechas por astrólogos de los Estados Unidos entre 1974 y 1979 en revistas de astrología. Sólo 338 (el 11%) fueron correctas. Cualquier persona medianamente informada puede lograr un porcentaje de aciertos del 20%. Châtillon, en 1985 comprobó 30 predicciones hechas para Norteamérica en 1984 por Huggette Hirsig, una de las astrólogas canadienses más famosas. Sólo 2 fueron correctas. Reverchon (1973) estudió las predicciones hechas entre 1958 y 1963 en la revista Les Cahiers Astrologiques por el renombrado astrólogo francés André Barbault. Este astrólogo, considerado de los mejores de todos los tiempos, predijo que Kennedy sería reelegido en 1964 (fue asesinado en 1963), que Krushchev estaría en el poder hasta 1966 (fue depuesto en 1964), que De Gaulle dimitiría en 1965 (fue reelegido). Stearn (1972) estudió las predicciones hechas por astrólogos americanos en 1970. Los aciertos fueron mínimos. Sin embargo, la astrología sigue ganando adeptos y muchos se sienten sumamente identificados con sus cartas astrales.