domingo, 4 de enero de 2009

El Evangelio Acuario de Jesús el Cristo (166)

Jesús ante el Sanedrín. Nicodemos demanda justicia, muestra la incompetencia de los testigos. El concejo no declara a Jesús culpable, pero Caifás que lo preside lo declara culpable. El populacho maltrata a Jesús. Le llevan a la Corte de Pilato.

1. Como Jesús no hablara, Caiafás se puso de pié ante el populacho judío y dijo:
2. “Atad, fuertemente al preso porque que tenemos que llevarle ante el gran Sanedrín de los judíos a que defienda su vida.”
3. “No podemos ejecutar a un criminal hasta que nuestro fallo sea confirmado por éste, el Concejo Supremo judaico.”
4. Así como aclaró el día, se reunió el Concejo del pueblo y el Señor y sus acusadores estuvieron ante el Tribunal.
5. Caiafás lo presidía. Se puso de pie y dijo: “Que los acusadores de este hombre de Galilea presenten su actuación y sus pruebas.”
6. El escriba de Caiafás se puso de pié y leyó la acusación y los nombres de aquellos que acusaban al hombre de Galilea.
7. Y se ordenó que los testigos comparecieran y dieran testimonio ante el Concejo de los Judíos.
8. Entonces los abogados alegraron y Nicodemos avanzó entre los que alegaban.
9. Y levantando las manos dijo: “Hagamos ahora justicia, aunque de ello aparezca que todos los escribas, fariseos, sacerdotes y saduceos, mienten.”
10. “Si podemos probar que este Jesús es un enemigo y un traidor a nuestras leyes y a nuestra patria declarémosle criminal y que sufra por sus crímenes.”
11. “Si por otra parte se prueba que los testigos son perjuros a los ojos de Dios y de los hombres, declarémosle a ellos criminales y dejemos en libertad al hombre de Galilea.”
12. Entonces examinó los testimonios de los testigos ante los Jueces de la ley y demostró que no había dos testimonios coincidentes. Habían declarado al calor de la pasión o al incentivo del pago.
13. El Concejo con mucho gusto le habría declarado criminal y le habría condenado a pena de muerte, pero ante semejante exposición no se atrevió a hacerlo.
14. En esta situación Caifás dijo: “Hombre de Galilea, en el nombre de Dios vivo te ordeno que me contestes, ¿eres el Cristo, el Hijo de Dios?”
15. Y Jesús dijo: “Si contesto , no me oiréis ni me creéis.”
16. “Si contesto no, seré semejante a vuestros testigos; habré mentido a los ojos de Dios y de los hombres. Pero sí voy a decir esto:”
17. “El día vendrá en el que veréis al hijo del hombre en el trono del poder viniendo en las nubes del cielo.”
18. Entonces Caifás rasgo sus vestiduras y dijo: “¿No habéis oído lo suficiente? ¿No habéis oído sus despreciables palabras blasfemas? ¿Qué necesidad tenemos de ulteriores pruebas? ¿Qué nos corresponde hacer con él?”
19. El populacho empezó a gritar: “Sentenciadlo a morir. Y entonces el populacho se precipitó sobre él, escupiéndole y golpeándole con las manos.”
20. Y le cubrieron los ojos con un paño y golpeándole en la cara le decían: “Eres profeta; dinos quien te pegó.”
21. Jesús no contestaba. Como un cordero ante el trasquilador el hombre de Galilea no oponía resistencia alguna.
22. Caiafás dijo: “No podemos ejecutar a un hombre hasta que el gobernador romano confirme la sentencia de esta Corte.”
23. “Llevad pues a este criminal y que Pilatos legalice lo que hemos hecho.”
24. Entonces Jesús fue arrastrado todo el camino hasta el palacio del gobernador romano.

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