sábado, 27 de diciembre de 2008

El Evangelio Acuario de Jesús el Cristo (158)

Jesús y los doce oran en los Olivos. Jesús revela a sus discípulos el significado más profundo de la doctrina secreta. Les dice lo que deben enseñar a las gentes. Relata un número de Parábolas. Regresa a Bethania.

1. Llegó la mañana del miércoles de la semana y Jesús y los doce fueron a los Olivos a meditar y por siete horas se perdieron en meditación.
2. Entonces Jesús llamó a los doce a su lado y les dijo: “En este día se parte la cortina. Podemos dar un paso más allá del velo, a los sitios secretos de Dios.”
3. Y Jesús les abrió el significado de la vía escondida de la Santa Respiración y de la luz que nunca falta.
4. Les dijo todo acerca del Libro de la Vida, los archivos de Grafael, el Libro de las Memorias de Dios donde están escritos todos los pensamientos y palabras de los hombres.
5. No les habló a ellos en voz muy alta, les refirió los secretos de los maestros en voz muy baja. Y cuando pronunció el nombre de Dios hubo silencio en la amplitud de los cielos, por media hora, pues los ángeles hablaron con aminorada respiración.
6. Y Jesús dijo: “De estas cosas no se puede hablar en voz alta; nunca es permitido escribirlas; son los mensajes de la tierra del Silencio; son las respiraciones del corazón interno de Dios.”
7. Entonces el maestro enseñó a los doce las lecciones que ellos debían enseñar a los otros hombres. En ciertos momentos habló en parábolas; dijo:
8. “Recordad las palabras que os dije ayer acerca de la venida del hijo del hombre. Ahora bien, vosotros enseñaréis a los otros hombres lo que he hablado y lo que os estoy hablando.”
9. “Enseñadles a meditar sin descanso; a estar preparados en cada instante del día, porque el Señor vendrá cuando menos lo esperen.”
10. “Un hombre fue a una tierra distante, dejando al cuidado de sus sirvientes su casa y toda su riqueza; cinco para que guarden su casa y cinco para que guarden sus graneros y rebaños.”
11. “Los sirvientes esperaron largo tiempo su regreso, pero como no llegaba, descuidaron su trabajo. Algunos pasaban el tiempo en orgías y embriaguez, mientras que otros se dormían en sus puestos.”
12. “Y noche tras noche venían los ladrones y se llevaban la riqueza de la casa y de los graneros, arriando los ganados más selectos.”
13. “Y cuando supieron que mucha de toda la riqueza cuya custodia les había sido encomendada había desaparecido, dijeron:”
14. “Nadie puede culparnos. Si hubiéramos sabido el día y la hora en que regresaría el dueño, no habríamos permitido que los ladrones se la lleven. Seguramente es culpa de él que no nos los dijo.”
15. “Pero después de muchos días el dueño regresó; y cuando supo que los ladrones habían robado su riqueza, llamó a sus sirvientes y les dijo:”
16. “Por cuanto habéis descuidado hacer aquello que yo os di a hacer y habéis gastado vuestro tiempo en orgías y en dormir, he aquí que todos vosotros sois mis deudores.”
17. “Lo que he perdido por vuestra negligencia me lo debéis y entonces les dio duras tareas a hacer y los ató con cadenas a sus puestos, en los que permanecieron hasta que hubieron pagado todas las posesiones que su señor había perdido por su negligencia.”
18. “Otro hombre le echó llave a su riqueza y él se fue a dormir, y durante la noche vinieron los ladrones, desecharon la llave de las puertas y al ver que no había nadie de guardia, entraron y se llevaron la riqueza.”
19. “Y cuando el hombre se despertó y encontró las puertas abiertas y sus tesoros idos, dijo: Si hubiera sabido la hora en que los ladrones iban a venir, hubiera estado en guardia.”
20. “Cuidado, amigos, cuidado. Estad preparados a toda hora, de modo que no importe a que hora venga el Señor, así sea en la media noche o en la aurora, siempre os encuentre listos a recibirle.”
21. “Mirad que se anunció un matrimonio, y vírgenes, diez en número, fueron elegidas para encontrar al novio cuando llegare.”
22. “Las vírgenes se vistieron con su traje de boda y tomaron sus lámparas y se sentaron a esperar, diciendo: Mirad que viene el novio.”
23. “Ahora bien, cinco eran prudentes; llenaron sus lámpara de aceite. Las otras cinco eran fatuas porque llevaron lámparas vacías.”
24. “El novio no vino a la hora esperada, las vírgenes se cansaron de esperar y se durmieron.”
25. “A la media noche se oyeron gritos. Mirad que el novio llega.”
26. “Las vírgenes se levantaron. Las prudentes rápidamente acicalaron sus lámparas y avanzaron listas a recibir al novio.”
27. “Las fatuas dijeron: No tenemos aceite, nuestras lámparas no arden.”
28. “Trataron de pedir prestado de las prudentes, quienes dijeron: No tenemos aceite se sobra. Id a los comerciantes, comprad y llenad vuestras lámparas y entonces venid a encontrad novio.”
29. “Pero mientras iban a comprar el aceite el novio llegó. Las vírgenes que estaban listas con sus lámparas bien acicaladas se fueron con él a la boda.”
30. “Y cuando las vírgenes fatuas volvieron, las puertas estaban cerradas y aunque golpeaban y llamaban a voces, la puerta no se abrió.”
31. “El maestro de la fiesta exclamó: No os conozco, y las vírgenes se fueron por su camino, en desgracia.”
32. “Y reitero otra vez y vosotros debéis reiterarlo a los que os sigan:”
33. “Estad atentos día y noche porque cuando menos esperéis el Señor vendrá.”
34. “Mirad que cuando venga con todos sus mensajeros de luz, se abrirán el Libro de la Vida y el de las Memorias; los libros en que están escritos los pensamientos, las palabras y las obras.”
35. “Y cada uno puede leer el archivo de lo que el mismo ha escrito y saber su destino antes que el Juez juzgue, y este será el tiempo de la selección.”
36. “De acuerdo con el archivo el nombre tendrá lo suyo.”
37. “El Juez es la justeza, rey de toda la tierra, que separará los corderos y los cabríos.”
38. “Los corderos encontrarán su sitio a la derecha, los cabrios a la izquierda, y cada hombre conocerá su sitio.”
39. “Entonces el Juez dirá a los que están a la derecha. Vosotros benditos del Padre-Dios, venid a vuestra herencia que os fue preparada desde tiempos antiguos.”
40. “Habéis sido sirvientes de la raza y tuve hambre y me distéis pan, tuve sed y me distéis de beber; estuve desnudo y me vestisteis.”
41. “Estuve enfermo y me servisteis, estuve en prisión y vinisteis a mí con palabras de alegría; fui un forastero y en vuestros hogares encontré un hogar.”
42. “Entonces los justos dirán: ¿Cuándo te vimos hambriento, con sed, aprisionado o forastero a nuestras puertas, te servimos?”
43. “Y entonces el Juez dirá: Vosotros servisteis a hijos de hombres y los que quiera que habéis hecho por ellos, ello lo habéis hecho por mi.”
44. “El Juez dirá a aquellos de la izquierda: Partid de mí, vosotros no habéis servido a los hijos de los hombres.”
45. “Tuve hambre y no me distéis nada que comer. Tuve sed y no me distéis nada de beber. Fui forasteros y me botasteis de vuestra puerta. Estuve preso y enfermo y no me servisteis.”
46. “Entonces ellos dirán, ¿en dónde descuidamos preocuparnos de ti? ¿Cuándo te vimos con hambre, con sed, enfermo, forastero o en prisión y no te servimos?”
47. “Y entonces el Juez dirá: Vuestra vida fue llena de egoísmo; servisteis vuestro propio egoísmo y no a vuestros semejantes y cuando menospreciasteis y os descuidasteis de mi.”
48. “Entonces los justos tendrán el reino y el poder, y aquellos que son injustos irán a pagar sus deudas, a sufrir todo lo que hicieron sufrir a los hombres.”
49. “Los que tengan oídos para oír y corazones para comprender, comprenderán estas parábolas.”
50. Cuando hubo terminado todas esta parábolas dijo: “Vosotros sabéis que en dos días vendrá la gran fiesta de la Pascua en la que el hijo del hombre será traicionado y entregado en manos de los malvados.”
51. “Y dará su vida en la cruz, y los hombres sabrán que él, hijo de hombre, es hijo de Dios.”
52. Entonces Jesús y los doce siguieron a Bathania.

0 comentarios: