jueves, 4 de diciembre de 2008

El Evangelio Acuario de Jesús el Cristo (135)

Jesús enseña en el templo. Revela algunos de los mas profundos significados del ministerio cristiano, los gobernantes del templo grandemente enojados intentan apedrearle, pero él desaparece.

1. La fiesta había terminado y Jesús, Pedro, Santiago y Juan se habían sentado en la Tesorería del templo.
2. Los otros nueve habían regresado a Cafarnaúm.
3. La gente llenaba a los patios del templo, y Jesús dijo:
4. “Yo soy la lámpara; Cristo es el aceite de la vida, y la Santa Respiración es el fuego. El resultado de esta trinidad es la luz y quien me siga no caminará en la oscuridad sino que tendrá la luz de la vida.”
5. Un abogado dijo: “Das testimonio de ti mismo, tu testimonio no es verdadero.”
6. Y Jesús dijo: “Si doy testimonio de mí mismo digo la verdad, porque yo sé de dónde vine y a dónde voy.”
7. “Y nadie más en forma corpórea puede testificar por mí, porque nadie más sabe de dónde vengo ni a dónde voy.”
8. “Mis trabajos testifican que es verdad lo que digo. Como hombre, no podría decir las palabras que hablo; ellas son las palabras de la Santa Respiración: y entonces es mi padre quien testifica por mí.”
9. El abogado dijo: “¿Dónde vive tu padre?”
10. Y Jesús dijo: “No me conoces; de otro modo conocerías a mi padre, y si conocieras a mi Padre conocerías al hijo, ya que el padre y el hijo son Uno.”
11. “Me voy y no me encontraréis; porque a donde voy no podéis venir, porque no conocéis el camino.”
12. “No podéis encontrar el camino porque vuestros corazones son densos, vuestros oídos torpes y vuestros ojos cerrados.”
13. “La luz de la vida no puede brillar a través del velo lóbrego que habéis corrido sobre vuestros corazones.”
14. “No conocéis al Cristo; y si el Cristo no está dentro del corazón, no hay luz.”
15. “Yo vine a manifestar al Cristo a los hombres y vosotros no me recibisteis y vosotros moraréis en la oscuridad y en la sombra de la tumba mientras no creáis las palabras que yo hablo.”
16. “Mas vosotros vilipendiaréis al hijo del hombre, le levantaréis en alto y os reiréis al verle morir.”
17. “Mas entonces vendrá una lucecita y sabréis que yo soy aquel YO SOY.”
18. La gente no entendía el significado de sus palabras.
19. Entonces dirigiéndose a los que en él creían dijo: “Si morais en el Cristo y el Cristo mora en vosotros y si meditáis en el fondo de vuestros corazones.”
20. “Vosotros sois la vía, vosotros sois discípulos ya en la vía y vosotros llegaréis a conocer qué es verdad, y la verdad os hará libres.”
21. Y todavía las gentes no entendían. Decían: “Somos los descendientes de Abraham y somos libres; nunca fuimos esclavos de hombres alguno. Entonces ¿por qué dices, seréis libres?”
22. Y Jesús dijo: “¿No sabéis que todo el que comete un pecado, error, es esclavo de ese pecado, de ese error?”
23. “Si ya no pecáis, si ya no erráis sois libres; pero si pecáis, si erráis, en pensamientos, en palabras o en hechos, sois todavía esclavos y nadie sino la verdad puede libertaros. Y si la libertad no viene a través del Cristo, no es verdadera libertad.”
24. “Sois ciertamente descendientes de Abraham y sin embargo tratáis de matarme, simplemente porque hablo la verdad que conoció Abraham.”
25. “Sois descendientes de Abraham, corpóreamente; pero yo os digo que hay lado espiritual en Abraham que vosotros no conocéis.”
26. “Por el lado espiritual sois hijos de otro padre y ese padre es el diablo, os atenéis a sus palabras y hacéis su voluntad.”
27. “El fue asesinado desde el principio, nunca pudo decir la verdad y cuando dice una mentira, habla lo que le es propio y natural ya que él mismo es una mentira, lo opuesto a la verdad y es el padre de toda mentira.”
28. “Si fuerais hijos de mi Padre-Dios, podríais escuchar sus palabras. Y YO hablo las palabras de Dios pero vosotros no las oís.”
29. Un fariseo se puso de pié y dijo: “Este sujeto no es uno de nosotros. Es un maldito samaritano y un obseso.”
30. Pero Jesús no dio importancia a las palabras de los fariseos o de los escribas, porque sabía que todos sabían que él era judío.
31. Entonces dijo: “Quien medite mis palabra no morirá nunca.”
32. Un abogado dijo: “Ahora si sabemos que es un obseso. Nuestro padre Abraham está muerto; todos los profetas están muertos, y sin embargo este sujeto dice: quien medite mis palabras no morirá nunca.”
33. “¿Es por ventura este hombre más grande que nuestro padre Abraham. Está él por encima de los profetas? Y sin embargo todos ellos han muerto.”
34. Y Jesús dijo: “Tu padre Abraham gozó viendo este día. Lo vio y estuvo alegre.”
35. El abogado dijo: “Aún no tienes cincuenta años de edad y crees que Abraham te ha visto.”
36. Entonces Jesús dijo: “Antes de los días de Abraham, YO SOY.”
37. Esto volvió a enfurecer a los escribas y a los fariseos, quienes tomaron piedras para apedrearle, pero como si fuera un fantasma de la noche desapareció. La gente no supo a dónde se había ido.

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