Qué quedará en Argentina luego de la estatización de las AFJP

La Luna de Argentina recibe muy buenos aspectos. La Luna es el pueblo, el estado, el sentido de pertenencia, el hábito, la rutina, el colectivo de nuestra cultura y la mujer.

Varios planetas están aspectando a ese eje que es tan criticable de oposición Sol y Luna con el que se independizó Argentina. Y no por esto afecta el gobierno de Cristina Kirchner. Ella ocupa una posición del rol de mujer que debía vivir este país. Más no es la clave del liderazgo. Ni un punto de apoyo confiado, sino que es parte del karma de esta nación. Urano, Júpiter, Saturno están influenciando a una Luna en Capricornio, austera, que siempre está en conflicto con el Sol, con el que gobierna y contiene al pueblo.
En el cielo hay disposición para el debate, una atmósfera de agitación y cuasi agresividad, en que se insta a esperar la toma de decisiones, una sensación de impulsivos actos, corajudos. La Luna está operando con cambios, expansión y a pesar de todo, madurez. Es cierto que el pueblo no recibe impresiones de seguridad, la coyuntura política no otorga garantías, pero tampoco provoca huelgas o rebeliones.
Luego de la aprobación de la estatización de las AFJP, Cristina Kirchner, pisceana, recibe una inyección de poder y otra de nebulosa actividad. Puede engañar, estafar, como también generar trascendencia al país y hasta un momento de estabilidad económica que otras naciones ya no logran sostener con esta recesión mundial. Logra como canal de expresión de Argentina incorporarla a los que reman la crisis con tácticas y decisiones combativas. Mientras, el país está reincorporando al Estado en sus funciones por tantos planetas aspectando nuestra Luna. El contenido de estos aspectos al momento no causa derrumbes, o desastres de gran alcance. Es el destino de estas tierras por ahora, porque para septiembre de 2009 estaremos muy gravemente en conflicto, con fuertes rupturas democráticas, forzando un cambio de estructuras y leyes, aunque la democracia liderará.
Tenderemos la colaboración extranjera, Plutón aspecta a Júpiter y genera riquezas, expansión y grandes negociados, asegurando lo nacional como único patrimonio para resolver la transición. Y es tiempo astral, por ahora, de crecimiento del pueblo sin necesidad de oponerse a su tal vez dictador mandatario.