sábado, 29 de noviembre de 2008

Evangelio Acuario de Jesús El Cristo (130)

Jesús y los tres regresan a Cesárea Filipense. Los nueve han fracasado en la curación de un niño epiléptico. Jesús lo cura y reprende a sus discípulos por su falta de confianza en Dios. Los cristianos retornan a Cafarnaum.

1. Cuando Jesús, Pedro, Santiago y Juan regresaron a las puertas de la ciudad, una gran multitud llenaba la vía.
2. Los nueve apóstoles que no fueron con Jesús a la montaña habían tratado de curar un niño epiléptico que era obseso, y había fracasado, de modo que la gente esperaba el regreso del maestro.
3. Al llegar Jesús, el padre del niño se arrojó ante él y de rodillas le imploró su ayuda.
4. Y dijo: “Mi maestro, te ruego que veas con piedad a mi hijo, mi único hijo, es epiléptico y sufre grandemente.”
5. “En ocasiones cae en el fuego, se quema; otras veces cae en el agua y corre el riesgo de ahogarse, y cae muchas veces al día y remuerde los dientes y lanza espuma por la boca.”
6. “He traído a mi hijo a tus discípulos y han fracasado en darle alivio.”
7. Y mientras hablaba un sirviente trajo al niño hasta Jesús (el niño no habló porque era mudo) e instantáneamente cayó en tierra, arrojó espuma y se retorció en agonía.
8. Y Jesús dijo: “¿Cuánto tiempo lleva de ser así atormentado?”
9. El padre dijo: “Desde que era una criatura. He viajado mucho en busca de alivio, sin encontrarlo. Pero creo que puedes hablar la Palabra y mi hijo se curará.”
10. Y Jesús dijo: “La fe es el poder de Dios. Todo es posible para quien llega a escuchar en el corazón.”
11. Entonces el padre en honda emoción y con lagrimas, grito: “Señor, yo creo. Ayuda la deficiencia de mi fe.”
12. Y Jesús habló la Palabra de Poder El niño epiléptico estaba desmayado, ya no respiraba y las gentes decían: “Ya se murió el niño.”
13. Pero Jesús inclinándose le tomó la mano y dijo: “Levántate”. El niño se levantó y habló.
14. Las gentes estaban atónitas. Muchos decían: “Seguramente es un hombre de Dios, pues semejante poder nunca ha sido dado a un hombre.”
15. Entonces Jesús y los doce fueron a casa y después de tomar refrigerio, los nueve le dijeron:
16. “Señor ¿por qué fue que no pudimos curar al niño? Nosotros pronunciamos la Palabra, pero la Palabra misma estaba desprovista de Poder.”
17. Y Jesús dijo: “El éxito formidable que habéis tenido en trabajos anteriores os ha vuelto descuidados, pues habéis olvidado reconocer que el poder esta en Dios.”
18. “Sin el espíritu de la Palabra, la Palabra es tan importante como cualquier charla ociosa; olvidasteis orar.”
19. “No hay fe sino con oración de fe, meditación emocional. La fe es las alas de la meditación; pero las alas por si solas no pueden volar.”
20. “Por meditación y fe combinadas se puede arrancar los picos de las montañas y arrojarlos al mar; se puede hacer saltar las colinas como corderillos que retozan al comando de un hombre.”
21. “Este fracaso os hará bien. Las mas grandes lecciones que se aprenden en la vida son el producto de los fracasos en que caemos.”
22. Y mientras los discípulos meditaban esto sentados en hondo pensamiento. Jesús dijo: “Que estas palabras penetren muy hondo en vuestros corazones.”
23. “El tiempo se acerca en el que ya no estaré presente con vosotros en forma corpórea.”
24. “Porque voy a caer en manos de malvados que me matarán en el monte que está más allá de la muralla de Receta.”
25. “Y colocarán mi cuerpo en una tumba en la que será guardado y conservado por tres días, por la Palabra sagrada. Entonces me levantaré otra vez.”
26. Los doce se entristecieron. No comprendían, pero temían pedirle que les revelase el significado de sus palabras.
27. Al día siguiente, el maestro cristiano y los doce comenzaron la jornada de regreso y pronto llegaron a Cafarnaúm.

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