viernes, 28 de noviembre de 2008

El Evangelio Acuario de Jesús el Cristo (129)

Jesús enseña a las gentes. Toma a Pedro, Santiago y Juan y con ellos se va a una alta montaña y se transfigura en presencia de ellos.

1. Pronto se esparció la nueva de que Jesús y los doce habían llegado y muchos vinieron a verles.
2. Y Jesús dijo: “Venís a verme, pero esto nada significa. Si queréis las bendiciones del Cristo, tomad vuestra cruz y seguidme.”
3. “Si dierais vuestra vida por cualquier finalidad egoísta perderías vuestra vida.”
4. “Si dierais vuestra vida por el servicio de vuestros semejantes, entonces salvaríais vuestras vidas.”
5. “Esta vida no es más que un tramo, una bomba de jabón que dura un día. Hay una vida que no pasa nunca.”
6. “¿Qué utilidad hacéis si ganáis el mundo y perdéis vuestra alma?”
7. “Si habéis de encontrar la vida espiritual, vida del hombre en Dios, habéis de caminar la vía angosta y entrar por la puerta estrecha.”
8. “La vía es el Cristo, la puerta es el Cristo, y la ascensión es por la vía del Cristo. Ningún hombre viene a Dios sino por la vía del Cristo.”
9. “El reino de Cristo vendrá, sí; algunos de los que me escucháis no cruzaréis el umbral de la muerte sin haber visto el reino ya en el poder.”
10. Por siete días el maestro y los doce se quedaron en Cesárea Filipense.
11. Entonces Jesús, tomando consigo a Pedro, Santiago y Juan, se fue a la cima de una montaña a orar.
12. Y mientras oraba, apareció una luz brillante. Entonces sus formas se tornaron radiantes como una piedra preciosa.
13. Su faz brillante como el sol; sus vestidos parecían tan blancos como la nieve; el hijo del hombre se había transformado en hijo de Dios.
14. Se transformó para que los hombres corpóreos puedan darse cuenta de los poderes del hombre.
15. Los tres discípulos estaban dormidos cuando vino al principio la gloria. Un maestro tocó sus ojos y les dijo: “Despertad y ved la gloria del Señor.”
16. Y se despertaron y vieron la gloria del Señor. Más todavía: vieron la gloria del mundo celeste, pues vieron dos hombres de pie al lado del Señor.
17. Y Pedro preguntó al maestro que los había despertado ¿Quiénes son estos hombres que están al lado del Señor?
18. El maestro dijo son “Moisés y Elías que han venido para que podáis llegar al convencimiento de que cielo y tierra son uno, de que los maestros de aquí y allá son uno.”
19. “El velo que separa los mundos es simplemente un velo etéreo. Para los que llegan a purificar sus sensaciones por fe, el velo se disipa. Entonces el hombre se da cuenta de que la muerte es simplemente una ilusión.”
20. Entonces Pedro dijo: “Alabado sea Dios.” Y dirigiéndose a Jesús dijo: “Mi maestro y mi señor, ésta es la entrada al cielo. Bueno sería permanecer aquí.”
21. “¿No pudiéramos bajar y traer tres tiendas una para ti, una para Moisés y otra para Elías?” Pero Jesús no contestó.
22. Y Moisés y Elías hablaron con Jesús en la montaña. Hablaban del enjuiciamiento de Jesús, que se acercaba.
23. Acerca de su mente, de su descanso dentro de la tumba, de las maravillas de la mañana de la resurrección, de la transmutación de la forma corpórea, y de su ascensión en nubes de luz.
24. Todo esto simbólico de la vía que todo hombre tiene que seguir, simbólico de la vía en que los hijos de nombres aprenderán a transmutarse en hijos de Dios.
25. Los tres discípulos estaban estupefactos. De repente los éteres vibraron como cantos y formas tan livianas como el aire se movían en la cima de la montaña.
26. Y entonces de la gloria del mundo superior oyeron una voz que decía:
27. “Este es el hijo de hombre, mi elegido para manifestar el Cristo a los hombres. Que le escuche toda la tierra.”
28. Cuando los discípulos oyeron la voz tuvieron miedo, cayeron en tierra y oraron.
29. Y Jesús vino y les tocó, y dijo: “Levantaos. Que no haya miedo. Mirad que yo soy aquí.”
30. Entonces ellos se levantaron y al mirar alrededor no vieron a nadie. Los hombres habían desaparecido. El maestro solo estaba de pie ante ellos.
31. Al descender de la cima de la montaña, Jesús y los tres, hablando acerca del significado de la escena, Jesús les explicó todo, terminando por decir.
32. “Hasta que me haya levantado de los muertos no digáis a nadie lo que habéis visto.”
33. Pero los discípulos no comprendían el significado de las palabras. Hasta que me haya levantado de los muertos.
34. Entonces Jesús les explicó una vez más lo que les había dicho acerca de su muerte y de su resurgimiento de la tumba, acerca del reino del alma que se manifestaría en gloria y poder.
35. Pero Pedro dijo: “Los escribas enseñan que antes que el rey venga, Elías debe aparecer.”
36. Y Jesús dijo: “Ya vino Elías pero los escribas y los fariseos no te recibieron.”
37. “Y los hombre le ultrajaron, le ataron y le arrojaron en el fondo de una prisión y gritaron con delicia diabólica al verle morir.”
38. “Lo que a él le hicieron, a mi me lo harán.”
39. Entonces los discípulos entendieron que hablaba de Juan a quien mató Herodes.

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