sábado, 22 de noviembre de 2008

El Evangelio Acuario de Jesús el Cristo (123)

Jesús da sus instrucciones finales a los maestros extranjeros y los envía como apóstoles al mundo. Se va solo a Tira y mora en casa de Raquel. Cura a un niño obseso. Pasa a Sidón y de allí a los montes de Líbano. Visita el monte Hermón, Cesárea Filipense, Decápolis, Gadara y regresa a Cafarnaum. Recibe a los doce que dan cuenta de su trabajo.

1. El maestro cristiano pasó el tiempo en oración y después llamó a los maestros extranjeros y les dijo:
2. “He mandado a los doce apóstoles a Israel; a vosotros os mando a todo el mundo.”
3. “Dios es uno, es espíritu y es verdad, y todo hombre le es querido.”
4. “Es Dios para todo hijo de India y del lejano Este; de Persia y del lejano Norte; de Grecia y Roma del lejano Oeste; de Egipto y del lejano Sur y de las poderosas tierras que están más allá de los mares y de las islas de los mares.”
5. “Si Dios enviara el pan de la vida a uno y no a todos los que han alcanzado la conciencia de la vida y pueden recibir el pan de la vida, sería injusto y esto haría temblar el trono mismo del cielo.”
6. “De ahí que él os haya traído de los siete centros del mundo, y que él haya respirado la respiración de poder y de sabiduría en vuestras almas y que él ahora os envíe como portaestandartes de la luz de la vida, como apóstoles de la raza humana.”
7. “Idos pues, y a lo largo de la vía proclamad la doctrina del amor del Cristo.”
8. Entonces respiró sobre los maestros y dijo: “Recibid la Santa Respiración”; y entonces dio a cada uno la Palabra de Poder.
9. Y cada cual tomó su camino y toda tierra fue bendecida.
10. Entonces Jesús se fue solo al otro lado de las colinas de Galilea; y después de ciertos días llegó a la costa de Tiro y en el hogar de Raquel moró.
11. No anunció su llegada porque no fue a enseñar sino a comulgar con Dios donde pudiera ver las aguas del poderoso mar.
12. Pero Raquel contó lo ocurrido y masas de pueblo se apiñaron en casa de ella para ver a Jesús.
13. Vino una griega de Fenicia; su hija estaba obsesa, y dijo:
14. “Señor, ten piedad de mi hogar. Mi hija está obsesa; pero yo sé que si hablas la Palabra, ella se libertará. Hijo de David, oye mi súplica.”
15. Pero Raquel dijo: “Buena mujer, no molestes al Señor. No vino a Tiro a curar; vino a hablar con Dios en la orilla del mar.”
16. Y Jesús dijo: “No fui enviado a los griegos ni a los Sirio fenicio, vine simplemente a mi pueblo, Israel.”
17. Entonces la mujer cayó de rodillas a sus pies, y dijo: “Señor, Jesús, te imploro que salves a mi hija.”
18. Y Jesús dijo: “Tú conoces bien el proverbio común: no está bien dar a los perros el pan que es para los hijos.”
19. Entonces la mujer dijo: “Sí, Jesús, si lo conozco; pero los perros pueden comer las migajas que caen de la mesa de su amo.”
20. Y Jesús dijo: “No he visto fe semejante entre los judíos.”
21. Y tornando a ella le dijo: “Hágase de acuerdo con tu fe.”
22. Y la mujer se fue y cuando encontró a su hija, he aquí que estaba curada.
23. Y Jesús se quedó muchos días en Tiro y entonces se fue, y por algún tiempo moró en Sidón, a la orilla del mar.
24. Y prosiguió su viaje. En las colinas y en los valles de Líbano y en sus bosques caminó en pensamiento silente.
25. Su misión terrena de acción se acercaba rápidamente a su fin, y buscaba fortaleza; y lo que buscaba encontró.
26. El monte Hermón estaba más allá y Jesús anhelaba arrodillándose junto a esa montaña sagrada, famosa en los cantos hebreos.
27. Y se acercó a los altos picachos del monte Hermón, y elevando los ojos a los cielos, habló con Dios.
28. Y los maestros de los tiempos antiguos se revelaron y por largo tiempo hablaron del reino del amor, del Cristo.
29. De los trabajos portentosos que habían hecho; de la conquista venidera de la cruz; de la victoria del hombre sobre la muerte.
30. Entonces Jesús se fue a Cesárea Filipense y en casa de Susana moró por algunos días.
31. Y entonces se fue por toda Decápolis para dar valor a todos los que le conocían como Cristo y para prepararlos para el día del Calvario.
32. Y entonces se fue a Gadara y muchos amigos le dieron la bienvenida.
33. Y Chuzas, Mayordomo de la cada de Herodes Antipas, estaba allí, y Jesús se embarcó con él a bordo del barco real y juntos cruzaron el mar de regreso a Cafarnaúm.
34. Y cuando las gentes supieron que Jesús había regresados vinieron a saludarle.
35. Y poco tiempo después regresaron los doce apóstoles y refirieron al maestro su viaje por Galilea.
36. Le dijeron que por la Palabra sagrada habían hecho obras portentosas y Jesús dijo: “Esta bien hecho.”

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