Desde este 2008 hasta el año 2022, la fuerza de Plutón transitando en Capricornio, hará que erupcionen volcanes a lo largo y ancho de la Tierra. Esto significa que habrá un cambio sustancial en todo lo que represente rigidez, estructura y estabilidad, y poder estancado.
Desde todos los saberes nos alarman con un futuro devastador, lleno de desequilibrios e inestabilidades naturales. Pero esa misma presión sugestiva es la que nos alimenta esa parte del ser humano que si bien procura estabilidad, también desea cambios.
La incertidumbre del futuro es tan eterna como necesaria, porque incita a la invención, a la próxima meta, al ejercicio de nuestras capacidades de adaptación y preservación de la especie.
Se anuncian desde este año, 14 años de la energía de Plutón en Capricornio. Estos símbolos astrológicos, velan el curso de muchos acontecimientos relacionados con la tierra, las montañas, las estructuras, nuevos liderazgos y cimas a escalar. La energía plutoniana no debe subestimarse jamás ni relegarse a la espera de los hechos.
Pero la astrología, descansa en hechos, y la ley “como es arriba es abajo y como es abajo es arriba” vuelve a tomar protagonismo para el que integra el paralelismo del macrocosmos con el microcosmos. Debemos sabernos, por un lado, con los pies en la tierra, pero por otro, no debemos olvidar que la Tierra está en el espacio, en movimiento, girando equilibradamente.
Cuando en enero pasado Plutón entró en Capricornio, erupcionaron tres volcanes: uno en Chile, otro en Ecuador y uno en Colombia. Plutón manifestó su fuerza, pero a la manera capricorniana, vitalizando la vida interior de la Tierra y liberando su calor a través de las montañas.
La erupción de los 500 volcanes potencialmente activos que hay en los distintos continentes no son muy predecibles y sorprenden a las poblaciones, como casi todas las catástrofes naturales. Sin embargo, este tránsito de Plutón en Capricornio, que recién comienza, sugiere casi fehacientemente un cambio sustancial en todo lo que represente rigidez, estructura y estabilidad, y poder estancado. La “cima” del progreso se revaluará y la forma piradimal se renovará. Que las montañas prendan fuego su interior y muestren su potencia, al unísono en América latina, no es más que un aviso del profundo cambio que se está avecinando. A partir de septiembre, nuevos volcanes erupcionarán y en los años siguientes, los efectos de esta influencia serán mayores.
La explosión de volcanes es uno de los factores que han llevado a nuestro planeta a ser habitable. La ceniza volcánica también sirve como un recurso natural para la construcción y la industria. Cortada en forma de bloque ha sido utilizada en edificios de gran altura; y de manera granulada, como cemento para pulir paredes.
Plutón ejerce acción como un proceso de destrucción, eliminando lo estancado y liberando lo esencial para dar siempre más vida.
Desde todos los saberes nos alarman con un futuro devastador, lleno de desequilibrios e inestabilidades naturales. Pero esa misma presión sugestiva es la que nos alimenta esa parte del ser humano que si bien procura estabilidad, también desea cambios.
La incertidumbre del futuro es tan eterna como necesaria, porque incita a la invención, a la próxima meta, al ejercicio de nuestras capacidades de adaptación y preservación de la especie.
Se anuncian desde este año, 14 años de la energía de Plutón en Capricornio. Estos símbolos astrológicos, velan el curso de muchos acontecimientos relacionados con la tierra, las montañas, las estructuras, nuevos liderazgos y cimas a escalar. La energía plutoniana no debe subestimarse jamás ni relegarse a la espera de los hechos.
Pero la astrología, descansa en hechos, y la ley “como es arriba es abajo y como es abajo es arriba” vuelve a tomar protagonismo para el que integra el paralelismo del macrocosmos con el microcosmos. Debemos sabernos, por un lado, con los pies en la tierra, pero por otro, no debemos olvidar que la Tierra está en el espacio, en movimiento, girando equilibradamente.
Cuando en enero pasado Plutón entró en Capricornio, erupcionaron tres volcanes: uno en Chile, otro en Ecuador y uno en Colombia. Plutón manifestó su fuerza, pero a la manera capricorniana, vitalizando la vida interior de la Tierra y liberando su calor a través de las montañas.
La erupción de los 500 volcanes potencialmente activos que hay en los distintos continentes no son muy predecibles y sorprenden a las poblaciones, como casi todas las catástrofes naturales. Sin embargo, este tránsito de Plutón en Capricornio, que recién comienza, sugiere casi fehacientemente un cambio sustancial en todo lo que represente rigidez, estructura y estabilidad, y poder estancado. La “cima” del progreso se revaluará y la forma piradimal se renovará. Que las montañas prendan fuego su interior y muestren su potencia, al unísono en América latina, no es más que un aviso del profundo cambio que se está avecinando. A partir de septiembre, nuevos volcanes erupcionarán y en los años siguientes, los efectos de esta influencia serán mayores.
La explosión de volcanes es uno de los factores que han llevado a nuestro planeta a ser habitable. La ceniza volcánica también sirve como un recurso natural para la construcción y la industria. Cortada en forma de bloque ha sido utilizada en edificios de gran altura; y de manera granulada, como cemento para pulir paredes.
Plutón ejerce acción como un proceso de destrucción, eliminando lo estancado y liberando lo esencial para dar siempre más vida.
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