La carta astrológica de Cobos

El vicepresidente de la Argentina, Julio César Cleto Cobos, nació en fecha de Tauro, un 30 de abril de 1955. Tranquilo, un taurino, siempre agrada cuando habla. La astróloga Laura Cheroni confeccionó su carta natal.

Su palabra, el discurso, su voz, su argumentación, tienen la intensidad siempre de un sentimiento (Saturno en Escorpio oposición Mercurio en Tauro). Con este aspecto natal, habrá tenido dificultades al hablar en sus comienzos, siempre con seriedad, tal vez un poco estrecho, taciturno, pero a sus 53 años, la madurez de sus palabras e intenciones son una evolución para sus energías en oposición.
Su Nodo sur en Géminis además, suma más datos que simbolizan lo que es “hablar” para él. En este caso él debería estar en la etapa en que hablar libera y no solamente define.
En el momento que deliberaban en el Congreso, él recibía un tránsito del Sol sobre su Urano natal. Esto es un efecto despertador; era ese su momento en hilo conductor de su vida, debía revolucionar. Al mismo tiempo, Marte, otro planeta, pasaba por su Sol natal. Esto lo llenó de coraje, lo hizo actuar y Marte, como todo el exquisito equilibrio cósmico, en su carta natal, está en Géminis. Que básicamente es comunicar. Así, a pesar de sus dificultades para hablar, resuelve la vida de maneras repentinas. Sortea pruebas y se supera.
Cobos utilizó energías propias, guardadas, vividas en ciclos, pero liberadas para su destino, un 17 de julio a la madrugada. Nació con unos planetas en conjunción, que son Júpiter y Urano; éstos son muy pero muy admirables en sus efectos durante la vida, porque despiertan la fe. Lo deben haber inquietado siempre, lo habrán sacado del molde arquetípico de la lentitud del Tauro, él entonces estará sujeto a la visión futura relámpago, al antagonismo de lo fijo, lo anticuado, lo conservador.
Sus palabras, su voto, su decisión, su protagonismo, no fue (en base a su carta natal) un momento contradictorio o traicionero. Un Mercurio en Tauro, no se perturba ni altera ni en sus pensamientos ni en sus manifestaciones. El usó el poder con madurez. Como sólo puede denotarse con el tiempo, en quienes hayan nacido con Saturno en Escorpio. Es ambicioso (Plutón en Leo), pero autodisciplinado, meditativo, muy inteligente, moderno cíclicamente, serio, sombra de alguien para ser más literal que la interpretación cósmica. Sufre su yo, lo renueva, aunque no contradice sus ideales, sus metas precisas. No fue preso de un impulso, ni de un acto de rebeldía, sino un astuto enlace del destino, de su destino y de su entrega hacia la libertad (Júpiter conjunción Urano).
Toda su carta se inclina en estos momentos a un periodo de satisfacción, de no tan larga duración, pero que lo asentarán en otro desarrollo de su yo.
Cuatro vueltas y media dio Júpiter por su carta natal, 12 años tarda este planeta en su ciclo, y cuando pasa esto, la “verdad” se asoma, y nada la puede retener. El está viviendo ahora un periodo jupiteriano, lleno de su conjunción con Urano, y con el ímpetu de la confianza en todo y sobre todo en él.
Su paso por la historia tal vez no sea largo, pero en su destino y en el de la Nación, se juntaron un instrumento y una fuerza, y las coordenadas lo encontraron al Sr. Cobos, en el máximo uso de sus potencias.